A las 0.00 horas de este lunes comenzó la huelga de los choferes de la empresa Subus, operadora de buses del Transantiago que inicia sus servicios en el sector de la capital.
De esta forma, varios fueron los microbuses con el número "200" que no salieron desde sus respectivos terminales, principalmente porque algunos de los trabajadores paralizados - y que se ubicaron afueras de estos lugares- impidieron su salida.
En esa línea, la empresa inficó que “queremos manifestar nuestra gran preocupación y desconcierto ante la paralización de actividades iniciada esta mañana por un grupo de nuestros trabajadores (o sus representantes), puesto que con ellos se viene adelantando un proceso de negociación reglada desde hace más de un mes y el viernes 3 de octubre, ante la mediación de la Dirección Regional del Trabajo, se llegó a un acuerdo que fue firmado por todas las partes”.
Además, cuestionó “el desconocimiento de este acuerdo hace que lo sucedido hoy sea una acción de carácter ilegal y no una huelga, como mal se ha expresado a los medios”.
“Hay que destacar que durante todo este año Subus Chile ha llegado a acuerdo en diversas negociaciones colectivas con la mayoría de los trabajadores, más de 3.800, por lo que condenamos estas acciones de una minoría de nuestros trabajadores y que solo perjudican a las miles de personas que diariamente transportamos”, agregaron.
PRECISIONES CON HORA PUNTA
“La mayoría de nuestros conductores se han presentado hoy a trabajar y han querido mantener el servicio normal, pero esto se ha visto impedido por obstrucción en las salidas de los terminales y vandalismo hacia los buses, que ha puesto en riesgo la seguridad no solo de los conductores sino también de nuestros usuarios. Hasta las 14:00 horas se contabilizaron 386 buses con diversos tipos de vandalismos (piedrazos, roturas de puertas, neumáticos pinchados y vidrios rotos).
Para el horario punta de la tarde, tanto nuestros conductores como nuestra flota están disponibles para prestar un servicio normal, por lo que hemos hecho un llamado a las autoridades para que, ante estos actos de vandalismo y orden público, nos brinden la seguridad para hacerlo, sin poner en riesgo a las personas”.