"Tenemos un movimiento estudiantil que aún actúa desde la desconfianza".
Con esas palabras calificó la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, el actuar de los estudiantes secundarios que mantienen tomados tres establecimientos de su comuna, el Liceo 1, Instituto Nacional y Teresa Prats.
"Hay acumulada una carga de frustración y desconfianza gigantesca", señaló Tohá, aunque -agregó- "siempre es necesario un movimiento estudiantil activo. Y hoy tiene las puertas abiertas".
Tohá reconoció al diario La Tercera que "estamos preocpuoados", ya que -según dijo- "las tomas no son excusas para generar maltrato, violencia ni destrozos".
"Este es un momento decisivo dentro de la agenda de reformas", agregó.
Pero junto con criticar al movimiento, Tohá también anunció nuevas exigencias para los estudiantes que ocupen un colegio.
"Todos los días la autoridad del colegio recorrerá el establecimiento para saber si hay daño. Y si es así, hay que bajar la toma. Lo seegundo es que los responsables y dirigentes estudiantiles tengan un registro de entradas y salidas del colegio. Que se sepa con nombre y apellido quién entrar al lugar. Porque ahí (Liceo de Aplicación) se cometieron delitos graves que pueden tener penas privativas de libertad. Y la manera de controlar esto con adultos responsables no ha sido suficiente, así que ahora habrá un registro", anunció.
Tohá, por último defendi´po el actiar del Gobierno en cuanto a la comunicación de la reforma.
"Es muy difícil defender una reforma que aún no es comunicada en su totalidad. El Gobierno de ha dado plazo y estama semana ya se presentó un avance, con la agenda corta", dijo la edil que adelantó la posibilidad que los colegios emblemáticos se conviertan a mixtos.