El fallecimiento de un menor que cayó desde el piso 13 trajo a colación la seguridad que hay que considerar a la hora de vivir en un edificio de altura. Por esta razón, las mallas son claves en la protección, ya que pueden evitar futuros accidentes, registrando cada día mayores innovaciones.
De nada sirvió tener mallas en casi todo un departamento en Ñuñoa, puesto que un descuido provocó que un menor de 10 años falleciera tras caer por la ventana de la única habitación que no poseía la medida de protección.
Cabe destacar que los accidentes domiciliarios ocurren principalmente en niños de entre cero a nueve años, apareciendo como la primera causa de muerte, donde la altura presenta los mayores riesgos.
Sin duda la casa es una potencial trampa para los hijos. Por esta razón, no sólo hay que identificar los riesgos, sino que prevenirlos. Debido a ello, las mallas de nylon se transforman en una certera opción, siendo una medida que permite contener las peligrosas maniobras.
Pese a ello, no basta con su instalación, ya que la durabilidad de las estructura depende de la exposición al sol y las continuas interacciones con la red, por lo que debe cambiarse cada dos años. Otra alternativa para resguardar las ventanas es colocar topes que impidan abrirla de par en par.