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¿Transgénero o transexual? Los términos claves para hablar de sexo, género e identidad sexual

Consultamos a expertos y a documentos de la ONU respecto a los conceptos que hoy se discuten a diario en la sociedad.

Francesca Cassinelli

Viernes 9 de marzo de 2018

Términos como "género" o "identidad sexual" son parte de nuestras conversaciones diarias: las usamos al comentar alguna noticia, opinar respecto a una ley o conversar sobre algún personaje televisivo, pero ¿las usamos bien?

Luego del éxito de la cinta chilena "Una Mujer Fantástica" -que recibió este domingo el Oscar por Mejor Película Extranjera en medio de un triunfante recorrido lleno halagos del público y de la crítica- muchas personas desean instruirse sobre la forma correcta de denominar los distintos géneros e identidades sexuales.

 

El lenguaje inclusivo nos permite hablar de forma precisa en términos de diversidad sexual y así hacernos entender más efectivamente.

Es tal la necesidad de ponernos de acuerdo en cómo hablar, que varias instituciones han publicado su propio material enseñando terminología de género, apuntando a facilitar y permitir el diálogo bajo convenciones comunes e inclusivas.

La directora del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Chile, Carolina Franch, es enfática en los efectos que tienen las palabras y su uso. "El lenguaje construye realidad", recalca.

"El lenguaje es un terreno político para dar cuenta de sujetos que han estado invisibilizados o, incluso, negados en un discurso", explica la antropóloga, agregando que para ella "el lenguaje inclusivo es como una punta del iceberg.  Lo miramos muy de menor valor, pero responde a algo mucho de un peso mayor, una lucha política, un decir no más".

A continuación te presentamos algunas definiciones extraídas del documento "Orientación sexual e identidad de género en el derecho internacional", elaborado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (Acnudh), que vela por el respeto a los Derechos Humanos alrededor del mundo.

Género y orientación sexual

Una de las mayores confusiones se produce entre los términos "sexo" y "género". La primera palabra alude a un dato biológico, mientras que "género" refiere a una construcción social.

Más concretamente, "sexo" refiere a las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer. "Género", en cambio, apunta a las identidades, las funciones y los atributos construidos socialmente de la mujer y del hombre, detalla el documento de la Acnudh.

El término orientación sexual, por otro lado, refiere a la capacidad de una persona de sentir atracción por personas de su mismo género, de otro género o de más de un género.

Algunos tipos de orientación sexual son la heterosexualidad (personas que se sienten atraídas por un género distinto al suyo), homosexualidad (personas atraídas por su mismo género) y bisexualidad (personas que se sienten atraídas por un género igual o distinto al suyo).

El acrónimo LGBTI, por otro lado, es una sigla que agrupa a las personas lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersexuales.

Identidad de género

La identidad de género es la forma en que una persona vive su género y puede o no corresponder con su sexo de nacimiento.

Se usa la palabra "transgénero" para referirse a las variantes de identidad de género en que el sexo biológico es distinto de su identidad de género. Este término refiere solo a eso y no tiene relación con su orientación sexual.

El concepto "transexual" hace referencia a quienes optan por una intervención médica para adecuar la forma en que se sienten y conciben a sí mismas, la que es distinta de la que culturalmente se asigna a su sexo. Distintos a ellos son las personas travestis, que adecúan su apariencia usando prendas y actitudes de un género opuesto al biológico.

La intersexualidad, por otro lado, apunta a personas con características genéticas tanto de hombre como mujer. Dichas personas pueden identificarse como hombres, como mujeres, o como ninguna de los dos.

Cabe destacar que para referirnos a una persona que se ha sometido a un tratamiento hormonal o quirúrgico para adecuar su identidad sexual, deberíamos usar el nombre que esa persona ha escogido. Por ejemplo, si es una mujer trans deberíamos llamarla por su nombre femenino.

Estos términos, nuevamente, no guardan relación con la orientación sexual.

¿Incorporamos este lenguaje?

Tanto Carolina Franch como el profesor del departamento de Lingüística de la Universidad de Chile y miembro de la Academia Chilena de la lengua, Darío Rojas, coinciden en que los términos inclusivos no se han adoptado en la gran mayoría de la sociedad, sino que más bien se mantienen restringidos a los círculos que luchan por la no discriminación.

"(Estos términos) no son suficientemente populares para decirse que la lengua ha cambiado de manera sustancial", comenta Rojas, quien cree que en el futuro podrían popularizarse.

Sobre la inclusión de este lenguaje en los diccionarios, Rojas duda que suceda en el futuro cercano. "Las palabras alcanzan significado a través de consensos, especialistas y no especialistas, representantes de las llamadas minorías sexuales, es un trabajo mucho más complejo", explica el especialista.

En cuanto a los cambios en la gramática -como el usar términos como "elles" en lugar de "ellos" o "ellas"- Rojas recuerda que en el pasado la Academia no se ha mostrado dispuesta a apoyar este tipo de cambios en el lenguaje. 

Él, en cambio, es partidario de  iniciativas como esa. Explica que las personas construyen el lenguaje de acuerdo con las necesidades que estiman pertinentes y que "las lenguas son propiedad de quienes las usan".

 

El director del Movilh, Rolando Jiménez, también ve el lenguaje como un espacio de trabajo para avanzar en la inclusión. "Es vital generar pedagogía, es vital generar un vocabulario que contenga a todos y a todas, y en términos de las distintas orientaciones sexuales es relevante hacer un ejercicio permanente sistemático", dice Jiménez.

Carolina Franch tiene la misma visión. "Más que importarnos si están bien pronunciadas las letras y localizadas las palabras, lo que nos importa es la repercusión en términos políticos, el lenguaje es un terreno, es un territorio político", puntualiza.