Un grupo de cinco delincuentes irrumpieron en una estación de servicio camino a Lonquén, en Calera de Tango.
Los antisociales, provistos de armas de fuego, intimidaron a la cajera y lograron sustraer diversas especies como comida, bebestibles y cigarros.
Un funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) que en ese preciso momento ingresó a cargar combustible, se percató del asalto y enfrentó a los delincuentes. Estos, al intentar escapar recibieron impactos de bala por parte del detective quien disparó a tres de ellos, resultando todos heridos.
Cuatros de los cinco sujetos fueron detenidos en el lugar, mientras que dos de ellos fueron trasladados de Peñalor y San Bernardo.
Más tarde, fue hallado y apresado el quinto delincuente.