Una vez finalizado el homenaje a Augusto Pinochet en el Teatro Caupolicán, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, lamentó que por los incidentes haya sufrido "gente inocente, que hacia actividades deportivas, que iba a comprar a la feria".
Criticó además, a quienes organizaron el evento ya que "no era conveniente, era imprudente hacer este acto" porque "todos sabíamos lo que iba a pasar".
Agregó que "hoy ha sido un domingo negro para Santiago" y que "no queremos más esto para Santiago y para Chile".
Anunció que se tomarán las medidas que correspondan contra "toda la gente que hemos podido identificar" ya que los vecinos "piden acciones concretas".
A esta hora todavía se registran incidentes aislados en calles aledañas al teatro entre partidarios y detractores del régimen militar, y adherentes al dictador reclaman por la poca protección policial durante su salida.