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Crónica de 24 Horas: Nómades de la salud

Medio millar de niños que sufren de cáncer en Chile y viven en regiones, deben abandonar sus hogares para tratarse en Santiago.

24horas.cl Tvn

Miércoles 17 de julio de 2013

Javier tiene cuatro años, nació en Coquimbo, y hace dos que se trata un cáncer, por un tumor en el nervio óptico, producto de una neurofibromatisis, debiendo someterse a una quimioterapia por semana.

Abandonar su lugar de origen en búsqueda de un tratamiento, es un tópico que se repite para los niños que deben tratarse por cáncer en nuestro país, porque los únicos centros que tratan todos los tipos de esta enfermedad sólo están en Santiago.

En Río Hurtado, también en Coquimbo, vive Matías de 13 años que diagnosticado de un tumor testicular germinal, con compromiso pulmonar. Una etapa avanzada, por lo que tuvo que someterse durante ocho meses a tratamiento intensivo en Santiago.

Su abuela debe hacerse cargo de dos de sus hermanos y cuatro nietos más, mientras sus madres trabajan y Matías cumple con su tratamiento en Santiago.

La jefa oncológica del Hospital Roberto del Río, doctora Myriam Campbell, cuenta que “los marcadores tumorales detectaron que había actividad nuevamente y entonces se vio que habían aumentado algunas lesiones pulmonares y hepáticas por lo que hubo que hacer cirugía y quimioterapia nuevamente”.

Él y su madre, Wilma, se alojan en la casa de acogida de ese centro hospitalario, que nació motivado por un grupo de funcionarios que se dieron cuenta de que hacía falta un recinto de acogida para los padres. Es la alternativa para todos quienes tienen que hacer un tratamiento a la lejanía. Y Matías debe controlarse cada dos meses.

Todos los pacientes desde Arica y Parinacota hasta Coquimbo, deben atenderse en Santiago, pues Antofagasta posee un centro oncológico, pero no trata todos los tipos de cáncer infantil. No obstante en el sur existe una alternativa: Valdivia. Y en Valparaíso también cuentan con otra opción.

“Necesitamos un centro oncológico en todas las regiones, porque si no se desarma a la familia”, dice el padre de Javier, Héctor La Paz.

En tanto, El jefe de división de la Red Asistencia del Ministerio de Salud, Hugo González, señala: “Para tener un centro oncológico de alta resolución se requiere de muchas cosas, requiere de una serie de infraestructura y equipamiento de profesionales que no se puede tener en todas partes”.

Y agrega que “por eso cuando a las personas le decimos que tienen que trasladarse es porque ese centro les garantiza la mayor seguridad y la mejor terapia posible.  Mientras no tengamos eso en el norte, no lo podemos hacer”.

Javier volvió a Santiago y se hospitalizará para continuar con su tratamiento, en compañía de sus padres. Gran parte del tiempo piden licencia para ausentarse en sus trabajos. Sin embargo y por muy paradójico que parezca, incluso muchas veces hasta les son cuestionadas.

Revisa acá la crónica de la periodista Patricia Venegas.