La madrugada del 9 de febrero de 2013 cambió la vida de 16 familias y el rumbo de todos los hinchas de O'Higgins de Rancagua.
Y es que el "Capo de Provincia" jugaba ante Huachipato y los aficionados viajaron en caravana hasta Talcahuano. Los forofos tenían preparado celebrar el 2-0 sobre los "Acereros" en Dichato, pero esto no ocurrió.
En Tomé el bus que trasladaba a un piño de la barra se volcó sin poder llegar al paradero final. Eduardo Berizzo, técnico de los Celeste, reconoce que el presidente del club los llamó y ellos junto al resto de la planilla sentían impotencia al no poder hacer.
En el accidente murieron 16 personas, entre ellas el chofer del bus y un bebé. El fútbol chileno enlutó y el club siempre rindió homenaje a sus mártires. Al ingreso del nuevo complejo deportivo, el Monasterio Celeste, luce una estatua en su homenaje.
Paralelamente, los hinchas no han parado de alentar al club y un año después, Nicolás González uno de los sobrevivientes del fatal accidente, reconoce "sentirse agradecido de la vida", tras haber sobrevivido.
Revisa la crónica completa en el reportaje de Mariela Aravena.