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Crónica: "Operación Heidi", a un año de la caída de la red de menores

Jorge Chiong, arquitecto que participó en los ilícitos que involucraban a menores, entregó su testimonio exclusivo a 24 Horas y hasta la fecha descarta conocer la condición de las niñas.

24horas.cl Tvn

Jueves 14 de noviembre de 2013

En noviembre de 2012 explotó la denomina "Operación Heidi". Efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) procedieron a la detención a involucrados en una red de prostitución infantil: empresarios, dibujantes y un productor musical. ¿Qué pasó con los acusados?

A un año de este escándalo, Jorge Chiong, el único imputado que está en libertad, habló en exclusiva con TVN.

Todo comenzó en julio de 2012 cuando la PDI comenzó a seguir un caso de tráfico de drogas en una población del sector sur de Santiago. ¿El dato? Un sujeto que entregaba cocaína en el barrio “10 de Julio”.

El vehículo se movía desde La Pintana hasta un departamento en el centro de Santiago; Lira 910, departamento 1. Era el primer dato de uno de los casos que tomaría impensada fuerza a futuro.

“De esa forma fue tomando cuerpo esta investigación e identificando a los imputados”, dice el fiscal Juan Pavez de la Fiscalía Metropolitana Sur. Del tráfico de drogas se pasó a un red de prostitución, pero no cualquiera: acá habían menores de edad.

Los policías comenzaron su investigación al interferir los teléfonos del inmueble. Tras un par de semanas se llegó a la identificación de los involucrados y a la aclaración de una mujer que administraba el negocio. “Mariela”.

“Ella conocía la edad de las menores. Ella sabía quienes era los clientes que gustaba de las menores de edad”, dice Pavez.

A los usuarios tras largos minutos de espera se les abría el portón. Estos movimientos comenzaron a coincidir con las escuchas telefónicas.

Entre los clientes formalizados se encuentran Genaro Fernández, Luis Lucero Muñoz, Jaime Román, Diego Méndez, Patricio Matus, Enrique Manzur, Guido Vallejo, Gastón Ramírez, Pablo Soto,  etc, quienes también visitaban otras locaciones en diferentes puntos de Santiago.

Jorge Chiong: “Este lugar era conocido por que asisten muchos miembros de la colonia china a este lugar. Fui muy esporádicamente. En ningún momento yo pude pensar que habían menores de edad. Uno pensaba que ahí trabajaban mujeres adultas”.

Su opinión es contrastada con la de los fiscales y comisarios, quienes aseguran que los clientes sabían de la condición y la anteponían.

“No habría estado con una menor de edad”, dice Chiong. “El deber era denunciarlo”, asegura.