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El drama y el miedo de los locatarios de Lo Prado

Vecinos del sector de San Pablo acusan asaltos de delincuentes jóvenes que viven en las cercanías. Hasta la fecha se han registrado dos mil atracos y casi no existe vigilancia policial.

24horas.cl Tvn

Martes 8 de octubre de 2013

¿Qué hacer cuando quien asalta es un vecino? Este es el drama que locatarios y comerciantes de Lo Prado, específicamente en el sector de San Pablo, quienes aseguran estar indefensos ante innumerables robos de este año. El miedo se ha hecho parte de la rutina y las respuestas no aparecen.

Un ejemplo es el local de José Romero, a quien asaltaron simples  adolescentes. "Fueron violentos, me amenazaron de muerte". En total lleva seis años vendiendo pollos y papas fritas en San Pablo a la altura del siete mil. Pero al momento del asalto nada importó: se llevaron hasta el pan. "Asaltan jóvenes. Los tenemos identificados".

Haciendo un recorrido las estadísticas son crudas. La totalidad de los locales de la vereda norte han sido víctimas. Ninguno se ha salvado.

Otra vivencia es la de Paola Benedecha, quien es la jefa de local de una panadería en la que trabajan cuatro mujeres.  "Asaltaban dos a tres veces por semana", indica.

Ante ellos, los dueños de diversos locales han debido aplicar medidas y contratar guardias de seguridad para dar calma a las mujeres. Otros locales simplemente prefirieron cerrar.

Para Miguel Chávez la nula vigilancia policial es un hecho que nadie puede negar. La cámara de seguridad de su negocio logró registrar el tiempo que tomaron los ladrones en acudir hasta su recinto, asaltar, e incluso, socorrer a uno de los sujetos que se cayó durante el acto.

En ese sentido, el subsecretario de Prevención del Delito, Cristobal Lira, se reunió con los afectados. La aplicación de la “Alerta Comercio” es la nueva medida a implementar.

 “Queremos que todos estén en conocimiento, se llame a Carabineros, y todos se puedan ayudar entre sí.  Muchos de los departamentos de la población están abandonados y están tomados por los jóvenes drogadictos.