Click acá para ir directamente al contenido

Vivir encerrado

Un hombre de Puente Alto imposibilitado de caminar, no sale de su casa desde hace más de ocho años. Además debe arrastrarse, porque, en su estrecho departamento, no es posible utilizar una silla de rueda

Alejandro Caroca

Martes 4 de diciembre de 2012

Ladenuncia de algunas vecinas nos alertó sobre el prolongado encierro en el queviviría un  hombre de Puente Alto. Asíencontramos a Don Eduardo. Encerrado en su propia casa. Cumplió más de ochoaños sin poder salir  porque vive en estetercer piso, sin ascensor y sin acceso para discapacitados.

Es unode los tantos blocks de viviendas sociales que el Estado entregó a las familiasmás vulnerables en los 90. Como si el encierro no bastara, él tiene otro impedimento. Está obligadoa  arrastrarse , porque es imposibleutilizar una silla de ruedas en estos 37 metros cuadrados  en los que ha permanecido, sin poder salir,  desde que uncuadro de Meningitis, lo dejó con ambas piernas paralizadas.

Los esfuerzospor desplazarse tienen una motivación especial. Pese a  todas sus limitaciones y con la ayuda deun bastón,  Eduardo se las ingenia parahacer tareas  domésticas yespera con comida,  a su hijo delcolegio  y a su mujer, que sale tempranoa trabajar como asesora de hogar.

Lasvecinas  han intentado que él salga de estedepartamento. Sin embargo estas escaleras no lo permiten. Hasta ahora ha sidoimposible,  que baje hasta el primerpiso.

Fuimosal Ministerio de Vivienda para averiguar qué ocurre con las políticas de ayudapara discapacitados. A pocas cuadras de Eduardo, en los bajos de Mena, encontramos a Martín. Tieneseis años y vive en su segundo piso. 

Una enfermedad degenerativa atrofia progresivamente sus músculos y esimposible que baje, por sí sólo, estas escaleras. Por ahora lo carga sumadre. Pero ¿qué pasará cuando crezca?

Elmismo temor tiene Diana. Hace siete años carga a su hija desde el tercerpiso. Ellas viven en este edificio de la población El Volcán en PuenteAlto. Alexia no camina y tiene otros retrasos asociados al Síndrome de Down.

Sobreel caso de Eduardo, la particular urgencia de su situación hizo que la respuestafuera inmediata.

Deacuerdo a la respuesta del Ministro y si todo resulta bien, en un corto plazo, Eduardo podría salir de estedepartamento.  Luego de ocho años de encierro podría retomar una vida normal.

Lomismo podría pasar con Martín y Alexia. Si sus padres tramitan correctamente,ante el Serviu, la posibilidad de adquirir una nueva vivienda, a cambio de laque hoy tienen. Así ambos podrían acceder a una solución definitiva para ellos y sus madres.