Los electrodomésticos forman parte de nuestra cotidianeidad al punto que solamente nos acordamos de ellos cuando se estropean.
Microondas, lavadoras, cocinas presentan cada vez más sofisticaciones para hacer más cómodo su uso, pero que no siempre garantizan durabilidad.
Al respecto, un estudio alemán determinó que estos artefactos antiguamente duraban más tiempo y registraban menos problemas.
También consignó que el promedio de renovación se redujo a trece años por cuatro motivos: mecánica, funcional, psicológica y económica.
A esto se suma que, cuando un electrodoméstico se echa a perder, muchas veces resulta más conveniente comprar otro que repararlo, principalmente por la dificultad de encontrar un repuesto.
Por otro lado, la competencia de precios entre las marcas ha jugado en contra de la calidad de los materiales utilizados en la construcción.
Conoce más de los factores que inciden en la vida útil de los electrodomésticos en el siguiente Reportaje 24.