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Reportajes 24: ¿La cannabis medicinal sana o enferma?

Pacientes acusan graves efectos secundarios luego de consumir preparado de marihuana. Por uno de estos casos, que terminó incluso con pérdida de conciencia, el Instituto de Salud Pública presentó la primera querella por delito contra la salud pública. Todo esto volvió a encender la controversia por el uso medicinal de cannabis y puso a Fundación Daya en la mira de las autoridades.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 2 de octubre de 2019

El caso de Sebastián Contreras motivó al Instituto de Salud Pública (ISP) a presentar una querella por delitos contra la salud pública.

Se trata de un estudiante de Medicina de la Universidad de Chile que no encontraba un medicamento que aliviara los fuertes dolores articulares derivados del tratamiento contra un cáncer linfático en etapa 4, por lo que se contactó con una amiga cercana a Fundación Daya. Desde la agrupación le hicieron entrega de una dósis, sin embargo, el joven tuvo los efectos adversos con nauseas, vómito y compromiso de conciencia.

El médico a cargo le dijo que terminara inmediatamente con el tratamiento. Luego de esta experiencia, el paciente afirma que "esto no es un medicamento, no es un fármaco que está procesado en un laboratorio sino que es un molino de plantas que sale un aceite, te lo dan, y las muestras al parecer indican que la cantidad de THC están muy por sobre lo normalizado. Mi muestra tenía un 25% de THC".

En línea con este testimonio, María Soledad Velásquez, directora del ISP, aseguró por parte del organismo que "no podemos nosotros avalar un preparado artesanal que se está usando además con cualquier sintomatología de un paciente. Nosotros obviamente como ISP debemos propender a proteger, promover la salud pública".

La acción judicial fue interpuesta en contra de quienes resulten reponsables, pero la Fiscalía tiene en la mira a médicos y directivos de la Fundación Daya.

Otro caso en contra del uso de este tipo de medicamentos es el de la hija de Kenji Naito y María Alicia Moya, quien padece de epilepsia refractaria y la búsqueda de un tratamiento alternativo de medicina tradicional los llevó a Fundación Daya.

"En esta desesperación, mi señora tomó la iniciativa de poder contactarse con Fundación Daya para buscar apoyo. Cuando se lo administramos, la reacción fue totalmente adversa, fue súper complicado, quedó en un estado casi con taquicardia, casi un paro respiratorio", relata el padre. Su esposa, por su parte, dice de manera tajante que "yo no se la volvería a dar. Algo que no esté rotulado, lo que nosotros vivimos como experiencia de las crisis de nuestra hija no lo volvería a hacer".

Casos como estos llevaron a diversas sociedades médicas a levantar una voz de alerta por los casos de efectos adversos en pacientes sobre el uso de preparados artesanales de cannabis. Por ejemplo, el doctor Humberto Soriano, de la Sociedad Médica para la Prevención, indica que "esto me hace pensar en la Edad Media, me hace pensar cuando se usaba, por ejemplo, tintura de opio para las pacientes con cáncer".

En el caso del doctor de Psiquiatría, Rolando Chandía, apunta sobre el uso de cannabis que "lo menos que puedo decir es que es poco ético. Lo segundo es que, como dice el Colegio Médico, es una mala práctica".

FUNDACIÓN DAYA: "DECIR QUE NO HAY EVIDENCIA CIENTÍFICA ES UN ACTO DE IRRESPONSABILIDAD"

Desde Fundación Daya defienden el uso de cannabis. El doctor Diego Cruz, médico de la agrupación, reconoce que sobre el contenido de los aceites de marihuana hay cierto grado de desconocimiento, pero argumenta que no hay voluntad para hacer los análisis correspondientes: "No saber lo que tienen los aceites de marihuana lo podemos decir estimativamente, pero sí se puede saber. El tema es que no ha habido la disponibildad para eso. Es cosa de hacer una cromatografía. Hay varios que sí tenemos la información, tenemos varios aceites que ya hemos medido, artesanales, preparados por pacientes de nuestra fundación que sabemos exactamente qué tiene y qué no".

Ana María Gazmuri, directora ejecutiva de Fundación Daya, plantea otra mirada: "Pensemos que los pacientes que llegan a Fundación Daya, a Cannabis Medicinal, han recorrido todos los caminos, han golpeado todas las puertas, han intentado todos los tratamientos, son aquellos que muchas veces el sistema desecha y acá nosotros los abrazamos, los acogemos en esta humanización del modelo".

Un decreto firmado en octubre de 2015 modificó tanto el reglamento de estupefacientes como el de psicotrópicos, y permitió la elaboración de medicamentos a base de cannabis, previa autorización del ISP y con receta retenida. Una situación con la que nunca estuvo de acuerdo el ex director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), doctor Mariano Montenegro.

"Yo estuve siempre en contra de ello. Lo digo desde ser experto, de trabajar en organismos internacionales, de haber sido director del Senda y director de tratamientos en el Conace durante 10 años. He estado muy en contra de aquello porque era muy silvestre. Sólo autorizar algo por presión política y sin evidencia científica era algo silvestre. Lamento que se haya tolerado eso y se haya autorizado", sostiene Montenegro.

En la otra vereda, se encuentra Knop Laboratorios, que utiliza como materia prima la cannabis que le vende Fundación Daya a través de Dayacann. Su director, Nicolás Dormal, apunta que "el fin es mostrar que en Chile podemos ser productores de cannabis como materia prima para que la industria farmacéutica transforme y procese esa materia prima en medicamentos nacionales. El otro objetivo es que en el futuro, cuando esta empresa empiece a funcionar y generar alguna utilidad, la mitad de esas utilidades van a ser destinadas a las labores de Fundación Daya".

Fue bajo esta premisa que se creó Cannabiol, el primer aceite de cannabis fabricado por un laboratorio en Chile. Con permiso provisorio del ISP, salió a la venta el año pasado. Sin embargo, se encuentra agotado en farmacias y la autorización para producir más unidades no ha sido renovada, ya que el ISP dice que ya hay que tomar una decisión definitiva, no excepcionales.

Ante la falta de stock de Cannabiol, muchos pacientes han llegado a Fundación Daya para aprender la técnica de autocultivo de marihuana. Según la entidad, la carencia de Cannabiol afectaría a 2.500 pacientes.

La situación tiene muy molesto a Jorge Muñoz, cuya esposa utiliza este producto: "Hoy día ella está consumiendo Cannabiol que le recetó el doctor, y obviamente le cambió todo. Hoy nos preocupa, cuando uno ve en los medios que hoy hay un freno de este medicamento".

A esta posición se suma el doctor Cruz de Fundación Daya: "Me tiene muy molesto que médicos digan que no hay evidencia científica y que dicen que somos activistas. Hay más de 30 mil artículos y si es que buscan ensayos clínicos, se van a encontrar con más de 1.400 que se están llevando a cabo y creo que 10 o 14 que ya se han terminado. Decir que no hay evidencia científica es un acto de irresponsabilidad directamente".

El debate también ha tenido repercusiones para Mamá Cultiva, organización de madres que promueve el uso medicinal de cannabis y cuyos hijos padecen epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías.

"Para nosotros es vida y lo que está pasando hoy nos duele porque llevamos siete años en esta búsqueda. El Gobierno de hoy nos criminaliza y las sociedades médicas se burlan de nosotros", dice, de Mamá Cultiva.

Similar opinión tiene Susana Pérez, otra madre que forma parte de la agrupación: "Esto nos ha dado mejor calidad de vida. Podemos planear el día de mañana".

Considerando estas posiciones, el doctor Soriano, de la Sociedad Médica para la Prevención, hace un llamado al ministro de Salud para que "apure la canasta de los medicamentos caros. La súplica es démosle a los niños los remedios que se merecen".