Miles de voluntarios trabajan en conjunto con los damnificados en la remoción de escombros tras el imponente incendio que afectó a los cerros Ramaditas, La Cruz y Mariposas el pasado fin de semana, aún así no descuidan los afectos ya que forman parte importante de la reparación.
La esperanza intacta, el pueblo ayudando al pueblo y dando el claro mensaje de que Valparaíso no está sólo en estos momentos de adversidad es lo que se vislumbra por estos días en la quinta Región.
A pesar que la imagen es desoladora y en donde miles tendrán que pagar por un hogar que ya no existe, se hace presente la fuerza, el deseo y las ganas de volver a levantar un nuevo hogar, siendo la familia el pilar fundamental.
Es la historia de miles de porteños que han decidido dejar las lágrimas para después y reconstruir su historia en un lugar donde un abrazo vale más que mil palabras.