Los pequeños fabricantes e importadores de detergentes dicen estar frustrados e impotentes.
Esto porque acusan a las grandes marcas de bloquear su ingreso a las góndolas de las grandes cadenas por ser una fuerte competencia, debido a sus bajos precios.
Las quejas también apuntan a los supermercados, a quienes critican por poner imposiciones abusivas que inhiben la competencia de precios en los pasillos de los lavarropas.
Los grandes productores y supermercados se defiende.