En algunos establecimientos educacionales y otros organismos municipales de Lo Espejo se está viviendo una situación arbitraria relacionada con el despedido de personas por haberse enfermado.
Aunque suene increíble, es así. Sólo este año, 12 profesores fueron desvinculados luego de completar total o parcialmente el tratamiento contra enfermedades catastróficas.
Un caso es el de Álvaro Alvear, profesor de Historia, quien estuvo 29 años en el liceo municipal José María Caro hasta que en marzo de este año le notificaron que estaba desvinculado e incluso llamaron a Carabineros para desalojarlo.
El motivo no fue otro que el de padecer un cáncer que lo obligó a presentar una licencia médico por largo tiempo.
Álvaro alega arbitrariedad en la medida y sospecha que tiene relación con su calidad de delegado gremial del colegio de profesores de la municipalidad.
"Estoy en la lucha por volver al colegio", contó luego de recibir el respaldo de sus estudiantes y compañeros de labor.
Al respecto, el alcalde Miguel Ángel Bruna declinó explicar los casos y se limitó a decir "vayan a la Contraloría o el Congreso, allá hacen las leyes".
LO DICE LA LEY
Toda esta realidad responde a lo estipulado en la Ley 18.883 del estatuto administrativo para funcionarios municipales, que autoriza al edil a decidir la desvinculación de funcionarios enfermos.
En su artículo 148, se señala que "el alcalde podrá considerar como salud incompatible con el desempeño del cargo, haber hecho uso de licencia médica en lapso continuo o discontinuo superior a seis meses en los últimos dos años".
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