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Así busca la ciencia a la ola perfecta para el surf

Lo que durante siglos han estado buscando millones de surfistas alrededor del mundo, la ciencia lo ofrece en recónditos lugares lejos de las playas y océanos. Pero, ¿qué es lo que hace a una ola perfecta?

24horas Administrator

Jueves 10 de septiembre de 2015

Una playa paradisiaca, de arena blanca, un sol ardiente y un mar sin grandes corrientes, pueden ser para muchos elementos infaltables para una ola perfecta.

Pero una simple descripción estética no es suficiente. Al menos no desde el punto de vista de la ciencia.

Por qué la ciencia también se ha interesado por lo que es una búsqueda constante de muchos aficionados al surf.

"La mayoría de las olas que son buenas para surfear alrededor del mundo están cerca de largas extensiones de océano", explica el doctor Mark Davidson de la Universidad de Plymouth, un oceanógrafo con especial interés en el tema.

Según Davidson, las mejores olas nacen de turbulentos mares lejos de las costas.

Ahí el viento azota la superficie para generar picos de agua que se alejan del centro de la tormenta, los que con el tiempo se transforman en oleajes que se van moviendo con su propia inercia.

Porque, como los buenos vinos, las mejores olas necesitan de tiempo para madurar.

La mano del hombre

Estas masas de agua continúan sus largas travesías hacia tierra firme, moldeándose a medida que avanzan, haciéndose más refinadas y más grandes.

 

Es por eso que las consideradas mejores olas del mundo se encuentran en costas que están frente a un mar abierto como Hawái, Bali y Portugal.

Aunque en otros lugares, donde no hay estos mares lo suficientemente amplios, también hay gente que está tratando de encontrar la fórmula de la ola perfecta, ya sea con barreras artificiales en bahías o utilizando métodos más complejos.

Para el doctor Davidson los arrecifes, sean naturales o artificiales, no son buenos para el surf ya que, si bien impulsan la formación de olas, hacen que las mismas rompan más bruscamente en lugar de hacerlo de manera gradual, de un lado para otro.

Según el profesor de la Universidad de Plymouth, ninguno de los 12 arrecifes artificiales que se han construido para el surf funcionan.

La razón puede estar en el cambiante fondo marino que generan las corrientes, que puede ser la causa de que las olas pierdan su forma.

Y aunque los científicos todavía no han podido todavía entender la compleja mezcla de ingredientes que se necesitan para esculpir la ola perfecta, parece que se van acercando cada vez más.

En medio de las montañas

La más reciente idea nació en una tranquila laguna, cientos de kilómetros lejos del mar, en las estribaciones de las montañas de la región de Cantabria en el norte de España.

El concepto fue que al eliminar el factor del fondo insondable de los océanos se podría generar de manera más fácil la ola.

Ahí funciona Wavegarden, el prototipo que durante décadas ha investigado y desarrollado Josema Odriozola con el objetivo de crear un parque temático dirigido a los surfistas.

Se trata de una laguna ovalada con una plataforma central en el medio, que es donde se genera el oleaje.

Odriozola no quiso revelar todos los detalles del prototipo, pero explicó que básicamente se trataba de una cuchilla, con forma similar a la de un ala de avión, que llama wavefoil.

Este perfil hidrodinámico recorre el fondo de la laguna creando una onda que se curva al llegar a las orillas.

Y el rompiente principal ofrecerá dos olas por minuto, de una altura aproximada de dos metros, que se desarrollarán de forma perfecta y cilíndrica hasta llegar a la sección final, ideal para que los surfistas más expertos puedan practicar maniobras explosivas.

 

Al mismo tiempo, y en otras zonas de la laguna, surgirán distintos tipos de olas susceptibles de ser surfeadas, de una altura de entre medio metro y metro y medio, ideales para surfistas novatos o de nivel medio.

El tiempo de la ola dependerá de cuán larga sea la superficie de agua: mientras más grande la laguna más durará la ola.

"Debe haber un cierto ángulo entre el oleaje y la costa, y estas condiciones no ocurren siempre en el mar", le dijo Odriozola a la BBC.

"Eso es lo que estamos recreando aquí, esas condiciones especiales".

Lugares inesperados

La idea de Odriozola es que el surf no sea un privilegio exclusivo de la gente que vive cerca de las costas, por lo que Wavegarden ofrecerá olas en otros sitios en los que hasta ahora era inesperado surfear, como en las montañas de Gales o los desiertos de Dubái y Austin, en Estados Unidos.

Pero por más apetecible que sea probar las olas cuidadosamente creadas por el hombre, hay un factor que muchos surfistas consideran jamás se podrá recrear.

"Todos los surfistas tendrán la curiosidad de probar la ola", dijo Sean Taylor, surfista que pasar la mayor parte del tiempo en las costas británicas.

"Pero a la larga siempre vas a querer regresar al océano".

Tal vez sea por eso que sea tan difícil definir exactamente lo que es una ola perfecta, algo que puede ser diferente para cada una de las 36 millones de personas que se calcula practican el surf a nivel mundial.