En California, Estados Unidos, la Fiscalía del condado de Sonoma anunció este lunes que no presentará cargos contra el policía que mató el pasado octubre al niño de 13 años Andy López cuando andaba por la calle portando un rifle de juguete en la ciudad de Santa Rosa.
Según argumentó la fiscal Jill Ravitch, el oficial del Departamento del Alguacil de Sonoma Erick Gelhaus, de 48 años, "disparó su arma en respuesta a lo que él honesta y razonablemente creyó que era una amenaza inminente de muerte contra él y otros".
Gelhaus es un veterano de la guerra de Irak, de 48 años de edad, que ejerce como instructor de armas.
Las autoridades policiales aseguran que cuando el pasado 22 de octubre el agente y su compañero de patrulla vieron paseando en la oscuridad a Andy López, confundieron con un fusil militar la réplica que el joven portaba.
Los investigadores señalan que antes de ser tiroteado el menor no obedeció órdenes de soltar el arma y comenzó a voltearse hacia los policías mientras levantaba el cañón del falso fusil que en realidad era una escopeta de balines.
Desde que murió Andy López, los miembros de la comunidad hispana de Santa Rosa, una ciudad mayoritariamente blanca que no es ajena a los episodios de tensión racial, no han dejado manifestarse.
Según destaca desde California el periodista de BBC Mundo en California Jaime González, en la tarde de este lunes ya hubo marchas de protesta en contra de la decisión de la fiscalía de Sonoma.
La familia de López estudia ahora demandar a Erick Gelhaus por la vía civil, mientras las autoridades federales siguen investigando si en este caso se violaron los derechos constitucionales del menor fallecido.
Foto: Archivo Reuters.