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Cobia, el pez depredador que escapó de un criadero en Ecuador y ahora amenaza a Colombia, Panamá y México

En cautiverio sirve para consumo humano, pero en libertad es un voraz depredador que se propaga con rapidez. Científicos del Instituto Smithsonian alertan del peligro para el equilibrio marino del Pacífico Oriental.

24horas Administrator

Jueves 25 de febrero de 2016

Ana PaisBBC Mundo (@_anapais)

En abril del año pasado  Ecuador celebraba la apertura del primer criadero de peces cobia del país, ubicado en Jaramijó, en la provincia de Manabí. Cuatro meses después, se registró una fuga de ejemplares y hoy son motivo de una alerta científica en Colombia y Panamá.

Y no es para menos: la cobia (Rachycentron canadum) es un pez muy apetecido pero tambiénun depredador vorazde hasta dos metros de largo y 80 kilos de peso que se alimenta de crustáceos, calamares y de otros peces como las corvinas.

Pero la especie habitaba en todos los océanos del mundo, excepto en el Pacífico Central y Oriental.

Hasta ahora.

La fuga del depredador

La fuga de las cobias se produjo en agosto, cuando una cantidad no especificada de ejemplares juveniles escapó de sus jaulas, ubicadas a 16 kilómetros de la costa ecuatoriana.

Un comunicado publicado en octubre por el Ministerio del Ambiente de Ecuador destacó el "avanzado deterioro y falta de mantenimientoen las jaulas contenedoras" del emprendimiento privado que criaba a las cobias.

Desde entonces, pescadores de Jaramijó y otros cinco puertos de Manabí han capturado varios ejemplares, informó dicho ministerio.

Y según declaraciones de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas del Ecuador a la prensa local, para esa fecha los pescadores artesanales ya estaban registrando una baja en la faenapor culpa de este depredador.

A solo dos meses y medio de esa fuga, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales registró avistamientos de cobias en las costas de Panamá. Por su tamaño actual, son las mismas que escaparon de Ecuador.

Es decir, que estos peces nadaron desde el centro de Ecuador hasta Panamá, pasando por Colombia. "Son 1.000 kilómetros en dos meses y medio", recalcó el investigador del Smithsonian Ross Robertson en entrevista con BBC Mundo.

"Si siguen así,podrían estar en México en seis meses", agregó.

Por eso Robertson ha advertido a colegas de Perú, México y hasta California para que estén atentos a su posible aparición.

Una alerta que se repite

La semana pasada los científicos del Smithsonian hicieron un llamado de alerta por los posibles "efectos de largo alcance sobre la pesca y la ecología marinaen el Pacífico Oriental" que podría provocar la cobia.

"Como la cobia es la única especie de su familia (...) representa un tipo inusual de depredadores de la zona tropical del Pacífico Oriental, que sólo aumenta tanto el grado de incertidumbre sobre sus efectos y el potencial para una mayorperturbación de los ecosistemasde la zona", explica Robertson en la publicación.

El pez león es un ejemplo de los daños que puede hacer una especie invasora en un ecosistema.

Por ser una especie foránea, la cobia corre con la ventaja de ser un depredador cuyas víctimas no solo no logran identificarlo como tal, sino que además no enfrenteninguna defensa naturalen pro del equilibrio en el ecosistema.

Es lo mismo que sucedió con el pez león. Desde su llegada en la década de 1990 a las costas de Florida, Estados Unidos, se ha extendido por el Atlántico Occidental y el Caribe. Su efecto más adverso se registra en los arrecifes de coral.

Haydee Medina, técnica del Departamento de Biodiversidad de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente de Panamá, le dijo a BBC Mundo que, tras la alerta del Smithsonian, han comenzado a trabajar junto a la Autoridad de los Recursos Acuáticos del país para generar un plan de acción "antes de que (el problema) se vaya de las manos".

Si bien se han avistado unos pocos ejemplares, dijo Medina, la idea es que "no suceda lo mismo que pasó con el pez león": "A veces las especies invasoras se expanden más rápido de lo que las naciones hemos podido reaccionar".

Una de las primeras medidas que piensan implementar eseducar a los pescadores artesanales para que conozcan a la especiey comiencen a reportar todo avistamiento.

De alimento refinado a invasor

La cobia es ideal para la acuicultura. Además de crecer rápido y tener una alta fertilidad, sucarne de alta calidades usada, por ejemplo, para elaborar sushi y sashimi.

El kilo de carne puede venderse a unos US$12. "Es un pez de lujo", dijo Robertson.

Para el científico del Smithsonian, "nadie puede decir qué pasará". Las cobias podrían morir o no encontrar parejas para reproducirse, ejemplificó.

"Lo que sí sabemos es que si la acuicultura continúa en Ecuador, seguirán escapando ejemplares como pasa todo el tiempo con las jaulas acuáticas".

Foto: NOAA.