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Cómo el ébola está acabando con la amabilidad

La epidemia no sólo ha devastado familias y comunidades de África occidental, sino que además ha tenido consecuencias en las costumbres sociales de estos países. En concreto, se dejó de saludar.

24Horas.cl TVN

Viernes 26 de septiembre de 2014

En los países afectados por el ébola se ha dejado de saludar a la manera tradicional.

El ébola está siendo devastador para las familias y las comunidades de África occidental. Hasta el 20 de septiembre, la última fecha de cómputo, se había cobrado 2.811 vidas en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, pero la enfermedad también está teniendo consecuencias en las costumbres sociales de estos países. En concreto, se dejó de saludar.

Una de las cosas en las que los habitantes de África occidental son muy buenos es en saludarse entre ellos. En la mayoría de países de la región resultaría grosero pasar a la par de un conocido diciendo sólamente "hola, ¿qué tal?".

En el oeste del continente lo normal es pararse, extender una mano, incluso las dos, estrechar con ellas las del prójimo y después abrazarse.

A este protocolo suelen seguirle varias palmadas en la espalda y más apretones de mano en señal de acuerdo. Para terminar, un "choca esos cinco".

Lo hacían los niños, los hombres, las señoras mayores.

Lo hacían, porque ya no.

El ébola se extiende por el contacto con fluidos corporales, así que estos días la gente de los países afectados por la enfermedad rehúye del contacto físico, incluidos los apretones de manos.

Por supuesto, esto perjudica sobre todo a quienes ya han contraído el virus y a sus seres queridos. Pero también afecta a la población en general y en toda la región.

"No nos derrotará"

El país en el que la enfermedad se está cobrando más vidas en en Liberia.

Después de que el presidente estadounidense Barack Obama anunciase el envío de 3.000 militares para construir nuevos centros de tratamiento y ayudar a formar al personal médico del país, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf le contestó con un discurso de agradecimiento.

Pero también se dirigió a los liberianos: "El ébola no nos derrotará".

La mandataria ya antes había hecho referencia al "daño que la enfermedad está haciendo al estilo de vida" de sus compatriotas. Con ello también estaba haciendo referencia, seguramente, al característico apretón de manos del país.

A éste se le conoce como "el chasquido de dedos liberiano". Suena doloroso, pero no lo es. Es difícil de dominar, es así.

Este saludo implica estrechar las manos de la manera usual. Es al soltarse cuando se hace el chasquido, pero no con los propios dedos, sino en colaboración.

Y es cuestión de honor producir un chasquido lo más fuerte posible. Cuanto más alto suene, mayor es la amistad.

Pero esto se terminó.

Cuestión de honor

Estuve en Liberia en varias ocasiones y se me hace imposible imaginar el país sin el sonido característico del chasquido.

Si yo, como extranjero, lo siento así, no puedo hacerme a la idea de cuán difícil será para los liberianos no saludarse más de esa manera.

Y ocurre igual en toda la región. En las zonas francófonas de África occidental los tradicionales saludos con tres besos en las mejillas se ha dejado de hacer.

Es como si esta terrible enfermedad, no contenta con matar a miles de personas, quisiera arrancar también el corazón a una población amable y comunitaria.

Algo igual de impactante está teniendo lugar en la vecina Sierra Leona. El país está siendo devastado también por la enfermedad, con los hospitales saturados y el precio de los alimentos creciendo sin parar.

Un país en cuarentena

En un esfuerzo para detener la propagación del virus, las autoridades ordenaron un toque de queda durante tres días, que se extendió este jueves y se expandió a más comunidades.

Durante la cuarentena la población no puede salir de casa y profesional sanitario visita cada casa para detectar casos de contagio.

La operación está llena dificultades y riesgos. En primer lugar, no está claro si Sierra Leona tiene el suficiente personal médico cualificado que vaya puerta a puerta y cabaña por cabaña.

En los países afectados por el virus se rehúye del contacto físico. En los supermercados las dependientas usan guantes.

 

Tampoco se sabe qué harán si se encuentran con pacientes potenciales, estando como están los centros de salud llenos a rebosar.

El gobierno de Sierra Leona dijo que "situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas".

Pero si incluso la cuarentena funciona, esto es otro ejemplo de cómo el ébola está alterando la forma de vida de un país.

La mayoría de la población es muy pobre. Muchos trabajan como vendedores ambulantes o como jornaleros.

Muy pocos tienen grandes cantidades de alimento almacenado y sólo una minoría posee un lujo como un refrigerador.

Por lo tanto, la mayoría tiene salir a trabajar y a comprar a diario. De otra manera, no podrían alimentar a su familia.

Y en eso incide directamente el encierro obligatorio.

Por supuesto, lo más afectados por el ébola son los enfermos, los moribundos y sus familiares.

Sin embargo, la enfermedad incide en la vida de todos los habitantes de estos países. Y se trata de una parte terriblemente importante de la vida, por mucho que parezca mundano; desde saludarse hasta hacer la compra.

La presidenta de Liberia dijo en su discurso: "Estamos luchando contra el ébola. Venceremos".

Si esto pasa, cuando ocurra, una de las cosas más preciadas que los ciudadanos de África occidental tendrán de nuevo es la posibilidad de estrecharse la mano.