Una corte en Pekín, China, condenó a una clínica a pagar una indemnización de US$560 a un hombre gay, Yang Teng, a quienes administraron electroshocks para convertirle en heterosexual.
La corte indicó que Yang no necesitaba ningún tratamiento.
Yang se sometió al tratamiento debido a la presión de sus padres.
El demandante dijo que la terapia, que incluía sesiones de hipnosis, le había afectado física y emocionalmente.
China desclasificó la homosexualidad como un desorden mental hace más de una década.