Los gobiernos de Japón, Reino Unido y Estados Unidos mostraron su preocupación por la suerte de los rehenes.
El gobierno de Japón le ha pedido a Argelia que ponga un fin inmediato a su operativo militar en la planta de gas para evitar que se ponga en peligro la vida de los rehenes retenidos desde el miércoles por combatientes islamistas.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo que no había recibido ningún aviso de la intervención militar y que hubiera preferido haberlo sabido antes.
Un portavoz de la Casa Blanca señaló que Estados Unidos solicitó una clarificación al gobierno de Argelia sobre el número e identidad de las víctimas.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, declaró que la situación en Argelia justifica aún más su decisión de intervenir contra fuerzas islamistas en Mali.
Mientras tanto, la información sobre la suerte de los rehenes sigue siendo difícil de determinar.
Las autoridades argelinas confirmaron que algunos rehenes han muerto, sin dar una cifra exacta. Un ministro del gobierno declaró que el ejército se vio obligado a intervenir porque los islamistas se negaban a negociar.
Unas fuentes hablan de seis rehenes muertos y otros medios elevan la cifra a 35.