Click acá para ir directamente al contenido

Cuju: cómo se jugaba al fútbol hace más de mil años en China

El fútbol moderno nació en Inglaterra y se extendió por todo el mundo. Pero en China se jugó una versión antigua de este deporte con clubes, reglas y fanáticos que tuvo su apogeo entre el 960 y el 1279 d.c.

24horas Administrator

Sábado 30 de enero de 2016

Xi Jinping, presidente de China, es fanático del fútbol -y de Manchester United- y durante una visita a un estadio en su gira por Reino Unido en octubre pasado, uno de los temas que salió a colación fue la invención de ese juego.

Que se nombrara a China en ese contexto probablemente sorprendió a Gary Neville, Mike Summerbee y a otras estrellas invitadas al evento, pero Kevin Moore, el director del Museo Nacional de Fútbol británico lo confirmó.

"Si bien Inglaterra es la cuna del juego moderno que conocemos, siempre hemos reconocido que su origen es chino", dijo Moore mientras le mostraba a Xi el museo.

¿Qué tanto del juego inventó China?

El moderno

Inglaterra no ha tenido mucho éxito en la cancha desde el Mundial de 1966, pero a los seguidores les consuela saber que fue su país el que inventó el fútbol que se tomó el mundo.

Sheffield FC, el club más antiguo de los que siguen en pie, fue el primero en establecer reglas en 1858, cuando todavía se podían usar las manos.

A lo largo de la década de 1860, el juego evolucionó rápidamente hasta convertirse en el de hoy en día: sin manos, 11 por equipo, tiros de esquina y penaltis, 90 minutos.

El resto es historia.

Pero, ¿qué hay de su prehistoria?

Todas las sociedades humanas tienen juegos.

Patear un balón -ya sea de tela o de piel; relleno de plumas o de aire- es una práctica extendida.

Sin embargo, los juegos completos y los deportes en equipo tienden a surgir en grandes civilizaciones: entre más alto el nivel cultural de la sociedad, mayor es la complejidad de la interacción y por ello, quizás, menos sencillos los deportes.

Aunque no siempre es así: los antiguos griegos, por ejemplo, preferían las competencias individuales. Uno de mis amigos griegos lo resumió en medio del asombro cuando Grecia se llevó la copa Euro 2004: "¡Nunca pensé que 11 griegos pudieran jugar juntos así!".

Entre tanto, en China, han estado jugando un tipo de balompié llamado cuju (Ts'u Chü) durante más de 2.000 años.

El juego tuvo su apogeo durante la dinastía Song, de 960 a 1279 d.C.

Hacía parte de una amplia cultura urbana de entretenimiento, deporte, ocio y placer, y había varias formas de jugarlo.

En una versión, la idea era mantener la bola en el aire durante el mayor tiempo posible.

Pero había también partidos con equipos que competían por meter goles.

Era practicado por profesionales y está descrito en el famoso libro "Los esplendores de la capital oriental", sobre la vida en la capital Kaifeng, en 1120.

Además, en una fascinante investigación reciente, el erudito alemán Hans Ulrich Vogel encontró manuales de los clubes que muestran cómo era la vida del deporte en ese entonces.

Los clubes de cuju tenían managers, entrenadores y capitanes.

Sus miembros usualmente eran chicos jóvenes de familias ricas, aunque había también jugadores profesionales itinerantes, que podían meter en los equipos como topos.

El cuju servía como entretenimiento en los banquetes de la corte o recepciones para embajadores extranjeros.

Hasta los emperadores lo jugaban.

Y, ¿cuáles eran las reglas?

En la dinastía Song tenían libros como "Las reglas ilustradas de cuju" por Wang Yuncheng, en el que se habla de dos formas principales del juego: con y sin gol.

El arco tenía una altura de unos 10 metros y la red era colorida; en el medio había un hueco de unos 30 centímetros de diámetro.

Cada equipo vestía colores distintos, los capitanes llevaban sombreros decorados con unas pequeñas alas tiesas, mientras que las alas de otros jugadores eran rizadas.

Un equipo empezaba pasando la bola de un lado a otro hasta que el "asistente del líder de la pelota" finalmente se la pasaba al "líder de la pelota" o "convertidor de goles" que trataba de meterla en el hueco de la red. Era entonces que el otro equipo tomaba la bola y hacía lo mismo.

No había arqueros.

El equipo que metiera más goles ganaba. Los tiros exitosos eran recompensados con redobles de tambores, banderines y vino... ¿una costumbre que quizás se podría retomar?

Cortesía y felicidad

Como es de esperar en una sociedad confuciana, los clubes de cuju estaban interesados en las virtudes de la benevolencia y cortesía.

Un gran jugador era uno que encarnaba "el espíritu del juego".

Los "10 fundamentos de cuju" incluían el respeto a los otros jugadores, cortesía y espíritu de equipo. No había espacio para conductas poco caballerosas, juego peligroso o acaparar la pelota.

¡Qué contraste con los atletas de la antigua Grecia, donde sólo contaba la victoria y si para conseguirla se necesitaba el uso de prácticas no ortodoxas o brutales faltas profesionales, pues qué se le va a hacer!

Algunos de los mejores jugadores ganaron fortuna y fama y, junto con sus equipos, eran invitados a las celebraciones imperiales.

Pero no se trataba de riqueza o celebridad: los manuales alaban los efectos positivos del juego: cuju "promueve la felicidad" y es "un ejemplo para los jóvenes alborotados".

"Fortalece el cuerpo, ayuda a la digestión y a combatir la obesidad". También "libera la tensión, mejora el ánimo y ayuda a olvidar el ajetreo cotidiano".

Las mujeres también jugaban. Un cronista de chismes de la dinastía Tang (618-907 d.C.) cuenta que tres adolescentes vestidas con ropa raída y zapatillas de madera estaban paradas bajo un árbol mientras que unos soldados jugaban cuju cerca de ellas.

La bola rodó en dirección de una de las chicas quien "extendió la pierna con calma, controló la pelota con su dedo y la pateó con fuerza logrando un alto arco". Eso llevó a un juego de dos equipos, para el deleite de los espectadores.

Entonces, ¿podemos decir que el fútbol se originó en China?

Pues es cierto que los chinos tenían clubes, reglas y fanáticos hace más de mil años.

Pero las varias versiones de cuju estaban muy distantes de ser el fútbol moderno que se definió en Sheffield en 1860.

Fue la codificación que hicieron los británicos de las reglas lo que hizo del balompié el juego del mundo, el deporte de todos, no sólo de los nobles.