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Eclipse solar total 2019: José Maza, el "científico rockstar" de 71 años que llena estadios en Chile

Se suele decir que el premiado astrónomo chileno José Maza es un "científico rockstar", pero este martes fue el telonero del verdadero show: el eclipse solar total.

BBC Mundo

Miércoles 3 de julio de 2019

En medio de la conmoción provocada por el eclipse solar total en Chile, un astrofísico menudo y mayor de edad batió un récord nacional al reunir a unas 8.000 personas en el estadio La Portada de La Serena para hablar de ciencia y observar el fenómeno: José Maza.

Los aplausos al científico chileno se fundieron con la algarabía que se generó mientras la Luna se interponía entre la Tierra y el Sol.

Fue la mayor y más espectacular charla de Maza, pero no la única.

Hace meses que el científico viene reuniendo a públicos de entre 4.000 y 6.000 personas que lo escuchan hablar de astronomía y educación en un fenómeno inusual en el país.

Maza fue parte de la primera generación de licenciados en astronomía de la Universidad de Chile y se doctoró en Toronto en 1979. Veinte años después recibió el Premio Nacional de Ciencias y desde 2001 un asteroide lleva su nombre: Maza 108113.

En 2011 sus investigaciones sobre las supernovas, realizadas junto al también científico chileno Mario Hamuy, fueron reconocidas como un importante aporte por los entonces ganadores del premio Nobel de Física Brian Schmidt y Saul Perlmutter.

Pero fue en 2018 cuando Maza saltó de las aulas universitarias a llenar estadios y teatros habitualmente reservados a artistas o bandas de rock.

"Nunca lo imaginé"

Con su popularidad jalonada por la llegada del eclipse, se comenzó a hablar del "científico rockstar".

Aunque la imagen de Maza, con sus característicos lentes, boina, bufanda y barba cana, contraste con el estereotipo de una celebridad musical.

El eclipse solar total en La Serena.
Reuters
La Serena fue uno de los destinos más populares para ver el eclipse solar total de este martes.

"Yo investigué por 50 años, pero ahora esto me divierte mucho. No me impresiona tanto, aunque nunca lo imaginé", le dice a BBC Mundo.

"Esto es como una tercera juventud. Y en Chile hay bastante discriminación hacia quienes hemos vivido más. Una vez me ofrecieron postularme al 'Hombre del año', pero en la categoría 'senior'. Yo no soy 'el abuelito' de nadie. Soy abuelo solo de mis nietos", precisa.

Autor de tres libros -"Polvo de Estrellas", "Marte la próxima frontera" y "Eclipses"-, las exposiciones masivas del científico comenzaron en marzo de 2018, cuando se propuso dar la mayor charla sobre astronomía del país y reunió a 5.000 personas en la ciudad sureña de Concepción.

Luego marcó otro hito en la ciudad chilena de Rancagua, convocando a otras 6.000 en la mayor charla científica al aire libre en el país.

La misma cantidad lo vio hablar en el histórico Teatro Caupolicán de Santiago y otros 5.000 se juntaron para verlo en la ciudad de Talcahuano.

Hasta llegar a las 8.000 aproximados del día del eclipse.

Más allá de la ciencia

Las charlas de Maza combinan, además de ciencia, apuntes críticos sobre la cultura, la sociedad y la educación en el país.

Habla de su vida y de la acogida que Chile le dio a sus padres inmigrantes españoles, que contrasta con las actuales tensiones que genera la migración en el país.

También habla del deber de retribuir, con su trabajo de divulgación, parte de lo que él recibió al incorporarse a la educación pública chilena, donde desarrolló todos sus estudios y carrera.

"Me he dado cuenta de que tengo una voz y eso me da un sentido de responsabilidad", explica Maza.

Niña con lentes de eclipse de sol.
Getty Images
Fomentar la vocación científica (y la innovación en general) es una de las banderas de Maza.

"Estas son reflexiones mínimas que hay que hacer", agrega. "Tenemos que abrir el cerebro, empezar a razonar. Yo predico que Chile empiece a pensar. Que piensen los niños y los no tan niños también".

En todos esos espacios, el académico impacta con decididas declaraciones sobre las históricas falencias de la enseñanza en el país, alerta sobre necesidad de investigar y hacer ciencia en Chile o urge a animar a las niñas a soñar y a inventar, tal como se hace con los niños.

"Hemos sido un país analfabeto durante nuestro primer siglo de vida. De 1810 a 1910 Chile fue un país de personas donde el 80% no sabía leer", reclama Maza apuntando a las desigualdades en la nación.

Agrega que hoy se lee, pero no se entiende. Y advierte que el futuro del país no está en el cobre, su principal producto de exportación, sino en la inteligencia de sus 17 millones de habitantes.

"El lado revolucionario"

"Procuro que no se me salga mucho el lado revolucionario", advierte sobre sus "reflexiones mínimas", como él las llama, sobre temas como la desigualdad en el país.

José Maza mirando por un telescopio
Mónica Molina
Maza investigó durante 50 años, pero hoy en día se dedica a la divulgación científica.

"Me pasó en una escuela. Fui y tenía que dar una charla para 700 alumnos. Y en la puerta había un señor vendiendo maní. A la salida, el señor me paró, me dijo que me conocía y me pidió una foto", cuenta.

"Yo en esos gestos, veo que con mi trabajo, mis charlas, estoy tocando puertas que quizás nunca antes habían sido tocadas en Chile".

El padre de Maza llegó a Sudamérica expulsado de España por el franquismo. Ya en Chile, admiraba la figura del socialista Salvador Allende en los 70.

Tras la llegada del general Augusto Pinochet al poder, decidió volver a su país natal. Maza en cambio, nunca ha tenido militancia política, aunque ahora le empiecen a preguntar por sus eventuales ambiciones electorales.

"Me han preguntado en entrevistas si, por la convocatoria de mis charlas no he pensado en carrera política. Y he respondido que por ningún motivo. La política tiene códigos que detesto", le dice a BBC Mundo.

Comentarios virales

El astrónomo, por supuesto, también se ha hecho viral.

Niña con escoba de regalo.
Getty Images
"Yo fui más allá y dije que hay regalos para niñas que deberían ser ilegales, como planchas o escobas", cuenta Maza sobre un video suyo que se volvió viral.

"Los celulares son un peligro, son como monos con navaja", cuenta sobre la filmación que dio vuelta en redes sociales, donde el astrofísico fue registrado mientras conversaba con un grupo de niñas que habían sido destacadas por su trabajo en astronomía.

"Me quedé conversando sobre cómo condicionamos a las niñas con juguetes estúpidos. En todos los cuentos tradicionales las niñas quedan como acompañamiento, como arroz graneado de los niños. A los niños no les dan regalos tontos. A las niñas les regalan un juego de té, para que jueguen a las visitas", dice.

"Yo fui más allá y dije que hay regalos para niñas que deberían ser ilegales, como planchas o escobas. ¡Para que tomemos conciencia! A los 2, 3 años todos los niños son iguales, pero solo a los varones se les estimula a que exploren, se suban a los árboles. Eso no puede ser".

"Chile tiene una gran deuda con sus hijos"

En un país que reúne parte de los principales observatorios astronómicos del mundo, astrofísicos como Maza son invitados permanentes a distintos establecimientos educacionales.

En la ciudad nortina de Antofagasta fueron más lejos y bautizaron uno de sus liceos con su nombre.

Eclipse solar total
AFP
Chile, centro de numerosos observatorios astronómicos internacionales, fue un lugar ideal para investigaciones científicas durante el eclipse solar total del martes.

Por estos días, el científico combina sus charlas masivas con estas actividades. En julio, habló ante 800 estudiantes de colegios municipales de La Pintana, una de las comunas santiaguinas de escasos recursos.

Es de esas charlas de las que Maza evoca los episodios más concretos para resumir su trabajo.

"En una charla en Atacama llegaron varios estudiantes y llegó una niña de unos 12 años que tenía algo en la mano. Era una mariposa de las que se usan para administrar medicamentos", cuenta.

"Me dijeron que ella estaba hospitalizada y que había pedido permiso en el hospital para ir a la charla".

"Por supuesto me tomé fotos con ella, le dediqué un libro e hice lo que pude", afirma. "Pero cuando veo eso, que es algo que me sorprende y admira: pienso que estoy sembrando, que a lo mejor en 10, 20 años más, más gente seguirá carreras científicas en Chile.

En palabras del astrónomo: "Chile tiene una gran deuda con sus hijos. Ha sido mezquino en enseñar, en compartir ideas. Si yo puedo ser un aporte, lo voy a hacer".