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EE.UU.: la policía mata a Richard Matt uno de los dos asesinos fugados de Nueva York

Medios informan de la muerte de Matt, mientras David Sweat sigue a la fuga. La policía lo mató cerca de la frontera con Canadá, a unos 50 kilómetros de la cárcel de la que se fugó junto con David Sweat.

24horas Administrator

Viernes 26 de junio de 2015

Según informan medios de Estados Unidos, la policía mató este viernes a uno de los asesinos fugados hace tres semanas de una cárcel de Nueva York.

La policía disparó mortalmente a Richard Matt, de 49 años, cerca de la frontera con Canadá, a unos 50 kilómetros de la cárcel de la que se fugó junto con David Sweat.

Sweat, de 35 años, sigue a la fuga mientras la policía continúa rastreando un área en el sur de Malone, Nueva York.

Los dos escaparon haciendo uso de herramientas eléctricas hace tres semanas.

Anteriormente, la policía había encontrado pruebas que los dos hombres dejaron en una casa de vacaciones, con lo que se cambió la zona de búsqueda a las cercanías de Malone.

Los dos presos se escaparon el 6 de junio del correccional Clinton, desatando una cacería en la que participaron cientos de agentes de policía.

Operativo cinematográfico

Tras la huida de los dos hombres, fue desplegado un operativo que incluía casi medio millar de agentes de seguridad, entre locales, estatales y federales, en una región boscosa cercana a la frontera con Canadá.

Aunque los primeros indicios señalaban el país del norte como el destino inmediato de los hombres, durante 20 días Matt y Sweat lograron ocultarse y despistar a las autoridades.

Seis días después de la fuga, los perros de la policía hallaron huellas y un envoltorio de alimentos en un campamento cerca de Dannemora, muy cerca de la prisión.

El viernes pasado la policía encontró que los hombres habían usado una casa de vacaciones así que la búsqueda se enfocó en Malone, a unos 30 kilómetros de la prisión.

La fuga

Los hombres lograron abrir un hueco en la pared trasera de acero que separaba sus celdas contiguas de los pasillos internos de la cárcel, para luego trepar por una pasarela, a más de seis pisos de altura, hasta llegar a una serie de túneles y tuberías que también cortaron en su camino.

Ambos hombres subieron por una alcantarilla para salir a una calle cercana, desapareciendo en la oscuridad a unos 30 kilómetros al sur de Canadá.

Los dos presos dejaron prendas de ropa amontonadas bajo las sábanas en las camas haciendo ver que eran sus cuerpos para no levantar sospechas de los guardias.

Los funcionarios de la prisión les vieron por última vez en el recuento de las diez y media de la noche el día de la fuga. A las cinco y media de la madrugada descubrieron el boquete, un agujero cuadrado en la pared de acero, a la altura del suelo, detrás de la cama.

También encontraron un post-it amarillo con el mensaje "¡Que tengan un buen día!" escrito junto al dibujo de una cara sonriente.

La empleada de la prisión Joyce Mitchell fue acusada de ayudar a los internos a escaparse. Según los fiscales ella les entregó las herramientas que les permitieron abrir el agujero por el que se escaparon.