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El conmovedor testimonio de una de las pocas sobrevivientes de la matanza de armenios

Era sólo un bebé cuando empezó la matanza que marcaría su vida y la de su pueblo: a los 101, Yevnigue Salibian recuerda para BBC Mundo cómo fueron esos años aciagos.

24horas Administrator

Viernes 24 de abril de 2015

Yevnigue Salibian es una de las pocas sobrevivientes que quedan de la matanza de armenios.

Tiene 101, y era sólo un bebé cuando ocurrieron los hechos que el pueblo armenio recuerda como un genocidio, pero tiene claros recuerdos de los sucesos que se extendieron hasta comienzos de la década de 1920.

Salibian nació en 1914 y era una de los cinco hijos de una familia de clase media del pueblo de Aintab.

Su familia pudo quedarse en su casa mientras otros huían, pero eventualmente tuvieron que escapar.

Fueron de los últimos cristianos en dejar el pueblo, y vivieron en el Líbano hasta 1976, cuando emigraron a Estados Unidos.

Cientos de miles de armenios murieron en 1915 a manos de los turcos otomanos, cuyo imperio se estaba desintegrando.

Muchas de las víctimas eran civiles deportados a regiones desérticas donde fallecieron de hambre y sed. Miles también fueron masacrados.

Armenia dice que hasta 1,5 millones de personas fueron asesinadas.

Turquía, en cambio, sostiene que el número de muertes fue mucho menor.

La mayoría de los investigadores no turcos de estos eventos los consideran un genocidio -al igual que más de 20 estados, entre los que se encuentran Francia, Canadá, Rusia, Uruguay, Argentina, Bolivia y Chile.

Turquía rechaza el término genocidio y sugiere que muchos de los muertos fueron víctimas de enfrentamientos durante la Primera Guerra Mundial, en los que también sufrieron muchos turcos.

Vea el testimonio único de Yevnigue Salibian en este video de BBC Mundo.

Video BBC: El conmovedor testimonio de una de las pocas sobrevivientes de la matanza de armenios

Video BBC: El conmovedor testimonio de una de las pocas sobrevivientes de la matanza de armenios

Era sólo un bebé cuando empezó la matanza que marcaría su vida y la de su pueblo: a los 101, Yevnigue Salibian recuerda para BBC Mundo cómo fueron esos años aciagos.