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El joven que pasó de peor vendedor de teléfonos a exitoso gurú de la tecnología

Jacyn Heavens empezó como el peor agente comercial que tenía una tienda de celulares y es ahora dueño de una empresa de software que factura US$22,6 millones anuales. Y aunque dice que le ofrecieron US$66 millones en efectivo por ella, no piensa venderla. "No hago esto por dinero, sino porque es divertido".

BBC Mundo

Martes 6 de septiembre de 2016

Jacyn Heavens era un vendedor de teléfonos móviles que logró tanto éxito que fue capaz de regalarse una Ferrari cuando cumplió 24 años.

Sin embargo, no tuvo el más auspicioso de los comienzos.

Tres años antes, en 2004, después de haber trabajado en una compañía de seguros, Heavens consiguió un empleo de vendedor de celulares en Norwich, en el este de Inglaterra.

"Antes de empezar me había puesto de meta duplicar mi sueldo básico, pero el único problema era que tenía que trabajar", dice Heavens, ahora de 33.

"Los móviles estaban en auge, pero eso no era lo mío. No pude lograr ni una sola venta", recuerda.

Pero un día, su jefe le dijo: "¡Fuera de la oficina, y no vuelvas hasta que hagas una venta".

"Así que me senté en mi coche y me puse a llorar. Llamé a mi madre y le dije que era un inútil, que tenía que dejar de hacer aquello".

 

Pero Heavens, decidió aguantar y en lugar de renunciar ideó una estrategia para tener éxito.

Hoy es el fundador y jefe de Epos Now, una de las empresas de más rápido crecimiento en el área de tecnología de Reino Unido.

Y Heavens destaca por su habilidad para encontrar maneras de sortear los imprevistos que cualquier empresa debe enfrentar.

Seguridad económica

En 2004, su problema era muy simple: realizaba llamadas telefónicas una tras otra para vender teléfonos móviles a empresas y siempre recibía un no por respuesta.

 

Entonces Heavens cayó en la cuenta de que la razón por la que nadie estaba interesado era que los contratos que poseían estaban lejos de vencerse.

Así que en lugar de tratar de venderles teléfonos, Heavens empezó a preguntar a las empresas cuándo finalizaban sus contratos.

Después hizo una lista en la que incluyó ese dato y cuando veía que se acercaba la fecha de vencimiento del contrato telefónico de una empresa, les llamaba para ofrecer la renovación de equipos.

Así empezó a cerrar ventas, una tras otra.

"En la lista de los empleados que más vendían, yo estaba en la posición 500 de 500", recuerda.

"Pero cuando empecé con mi estrategia pasé de repente al puesto 200, luego al 50 y al poco tiempo terminé siendo el número uno".

Pronto una compañía de telefonía de la competencia le ofreció un trabajo en Londres y una vez allí, Heavens continuó aumentando las ventas y empezó a recibir comisiones.

Fue tal el éxito que en su 24 cumpleaños tenía "seguridad financiera suficiente" como para regalarse un Ferrari nuevo.

Y dos años más tarde decidió abandonar el mundo de las ventas.

"Estaba un poco quemado. Decidí volver a Norwich y simplemente relajarme", dice.

"Había llegado a la cima de las ventas. Logré todo lo que se puede lograr. Así que pensé en abrir un bar con un amigo".

Otra oportunidad

Tras abrir su bar en Norwich en 2009, Heavens de pronto descubrió su desconocimiento sobre cómo regentar un bar, a pesar de que sus padres ya poseían uno.

 

"Pero el mayor problema llegó cuando empezamos a ganar dinero. Hicimos cuentas y nos dimos cuenta de todo los costos que había: proveedores, telecomunicaciones, banda ancha, productos de limpieza, etcétera".

Fue entonces cuando descubrió que lo que necesitaba era un punto de venta electrónico.

Se trata de un sistema informatizado, que en general tiene una pantalla táctil y su software permite a los pequeños comerciantes comprobar fácilmente cuáles son sus ganancias y gastos.

Al revisar cuánto costaban las alternativas existentes en el mercado —unos US$8.000 aproximadamente—, le pareció que eran demasiado caras tanto para él como para el resto de pequeños empresarios.

Y fue entonces cuando vio la oportunidad de negocio: producir una versión de EPOS por menos de una cuarta parte del precio.

Para ello, vendió el Ferrari, volvió a hipotecar su casa y decidió entrar en el mercado de puntos de venta electrónicos.

Epos Now nació en Norwich en 2011, con hardware importado de China.

Para obtenerlo hay que descargar el sistema a un costo de US$1.300.

Las ventas pronto comenzaron a crecer. Sobre todo después de que hicieran publicidad en Google, pagando "5 centavos un clic" cada vez que alguien en Reino Unido escribía la palabra "EPOS".

 

Ahora, un año después, Heavens cuenta que el negocio enfrentó un problema significativo cuando su proveedor de software los abandonó.

Epos Now tenía que encontrar y emplear a su propio diseñador informático inmediatamente para permanecer en el negocio.

"Todo estaba en contra nuestra", dice Heavenes.

"Uno nunca sabe si va a tener éxito (cuando inicia un negocio), pero hay que comprometerse y superar cualquier problema".

Oferta en efectivo

Heavens dice Epos Now factura US$22,6 millones anuales y que su producto ingresó a los mercados de Alemania y Estados Unidos y la firma abrió oficinas en Orlando, Florida.

 

Mirando hacia el futuro, el periodista especializado en tecnología Adrian Marte advierte que las empresas como EPOS Now se enfrentan cada vez a más competidores que ofrecen sus productos más baratos, por grandes caídas en el precio del hardware.

Sin embargo, Heavens confía en que su firma, de la que posee el 100% de las acciones, alcanzará una facturación anual de US$133 millones en cinco años.

"Todo el mundo me está ofreciendo dinero para comprar el negocio. El año pasado tuve una oferta de US$66,5 millones en efectivo", dice.

"Pero yo no hago esto por dinero, lo hago porque es divertido. Disfruto de las negociaciones y de cerrar acuerdos".