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El país donde los budistas atacan a los musulmanes

En Sri Lanka, los islámicos forman una minoría y están siendo víctimas de ataques por parte de grupos budistas de línea dura. BBC Mundo le explica por qué.

24Horas.cl TVN

Martes 26 de marzo de 2013

En Sri Lanka ha habido recientemente una serie de ataques contra mezquitas, rumores descontrolados sobre matanzas de animales y un intento de prohibir el sistema de clasificación de alimentos halal.

Todo parece indicar que la minoría musulmana del país está siendo el blanco de ataques de un grupo de budistas de línea dura.

En enero pasado, una muchedumbre de monjes budistas irrumpió en un colegio de leyes, gritando, cantando, empujando a la policía e incluso golpeando a personas en lo que parecían ser ataques al azar.

El grupo, furioso, gritaba que los resultados de los exámenes habían sido distorsionados en favor de los musulmanes.

Pocas semanas después, los monjes, al parecer en complicidad con la policía, atacaron un rastro en la capital, Colombo, argumentando que en el recinto estaban siendo sacrificados becerros, lo cual es ilegal en la capital, o que la carne estaba almacenada de forma inadecuada.

Ambos argumentos, como señala Charles Haviland, corresponsal de la BBC en Sri Lanka, eran incorrectos. Pero los monjes habían propagado rumores de que el rastro era propiedad de musulmanes.

Estos hechos, que los monjes de Sri Lanka llaman "acción directa", forman parte de una creciente ola de actividades antimusulmanas en el país coordinadas por nuevos grupos budistas de línea dura: una tendencia que está preocupando a mucha gente.

Surge cuatro años después de que el ejército del país, de mayoría budista cingalesa, derrotó a los separatistas tamiles.

MINORÍA

Durante la amarga guerra civil de Sri Lanka, los musulmanes, una pequeña minoría (9% de la población) de habla tamil, mantuvieron un perfil bajo, aunque muchos fueron víctimas de violencia.

Y en 1990 fueron expulsados en masa del norte del país por rebeldes tamiles.

Ahora los musulmanes temen que están siendo blanco de la mayoría étnica de cingaleses budistas de línea dura.

El más prominente de estos grupos, Bodu Bala Sena (BBS - Fuerza de Fortaleza Budista), ha utilizado un lenguaje tosco y despectivo para describir a los imanes musulmanes y han dicho a la mayoría cingalesa que no renten propiedades a los musulmanes.

El secretario de la organización, Gnanasara Thero, dijo en una reunión que cada budista debía convertirse en "un policía no oficial contra el extremismo musulmán" y afirmó que "los llamados demócratas" estaban destruyendo la raza cingalesa.

Akmeemana Dayarathana, quien fundó otro grupo ultranacionalista budista, Sinhala Echo, afirma que los cingaleses tienen reclamos reales contra los musulmanes. Dicen que estos están tratando de convertir al pueblo, construyendo demasiadas mezquitas e incluso que tienen muchos hijos.

Sin embargo, las estadísticas muestran que tanto la población cingalesa como la musulmana han crecido ligeramente en las tres últimas décadas.

El monje tiene una visión peculiar de la geografía y la religión.

"Mire alrededor del mundo: Malasia, Indonesia, Pakistán, Afganistán y otros. Todos eran países budistas, pero los musulmanes destruyeron la cultura y tomaron el control del país. Nos preocupa que están planeando hacer lo mismo aquí", le comentó a la BBC.

APOYO DE ALTO NIVEL

Desde abril pasado, cuando los monjes condujeron un ataque contra una mezquita en la ciudad de Dambulla, ha habido informes regulares de mezquitas que son atacadas o vandalizadas con grafitis.

Pero el presidente de la principal organización de clérigos musulmanes del país, el muftí MIM Rizwe le dijo a la BBC: "En todo el país los musulmanes están preocupados. Todos tienen miedo".

La comunidad musulmana forma suma el 9% de la población en Sri Lanka.

El muftí defendió el sistema halal de clasificación de alimentos, que ahora los monjes budistas están tratando de prohibir. Y negó con firmeza que la comunidad esté cultivando el extremismo, como se ha afirmado.

También rechazó la acusación de que los musulmanes han estado destruyendo los sitios sagrados budistas.

"Es imposible demostrar un sólo incidente en el que los musulmanes hayan actuado de esta forma", le explicó a la BBC.

"Ni una sola estatua ni un lugar de veneración religiosa han sido atacados por musulmanes, absolutamente no".

"Los musulmanes nunca han hecho eso. Creemos que estamos guiando a nuestros musulmanes para ser apacibles y respetar todas las religiones", agregó.

Tal como indica Charles Haviland, de la BBC, está claro que el BBS cuenta con apoyo de alto nivel.

En una ceremonia para inaugurar su nuevo colegio de entrenamiento, el invitado de honor fue el poderoso secretario de Defensa, Gotabhaya Rajapaksa, hermano del presidente.

"Los monjes deben proteger nuestro país, religión y raza", afirmó en un discurso.

"Nadie debe dudar de estos clérigos. Estamos aquí para apoyarlos".

También se ha visto que los líderes musulmanes han evitado cualquier tipo de confrontación con los poderosos monjes o sus simpatizantes en el gobierno y en general se han mantenido conciliatorios tanto en sus discursos como sus acciones.

PREOCUPACIÓN

Los activistas de la sociedad civil están preocupados.

Sanjana Hattotuwa, editor de una iniciativa ciudadana, groundviews.org, le mostró a la BBC algunos de los sitios web antimusulmanes que están surgiendo con cada vez más frecuencia.

Hattotuwa cree que el estado dominante en el país es el triunfalismo, cuatro años después de que los Tigres Tamiles fueron derrotados, y que esto está alentando la victimización de una nueva minoría.

Y rechaza las preocupaciones que han expresado algunos de que la comunidad musulmana socialmente conservadora está haciendo muy poco esfuerzo para integrarse.

"Integración significa reconocer que este país está formado por muchas comunidades y que cada una de ellas tiene el derecho de vivir donde quiera y como quiera", dijo.

Está claro que no todos en el gobierno, que también incluye ministros musulmanes, están contentos con el aumento de los grupos de línea dura.

Y muchos en Sri Lanka sienten que la situación es similar a los pogromos de 1983, cuando la violencia cingalesa contra los tamiles precipitó la guerra.

Sin embargo las manifestaciones budistas y las "acciones directas" continúan ocurriendo. Y su influencia política y social sigue expandiéndose.