En los años 60, soldados israelíes plantaron minas antipersonales en las iglesias que están alrededor de uno de los sitios más sagrados para el cristianismo en Cisjordania.
El sitio es Qsar el Yahud, en el río Jordán, donde se cree que fue bautizado Jesús de Nazareth.
Más de 300.000 peregrinos acuden cada año a la ribera del río desde su reapertura en 2011.
Pero, a unos cientos de metros, hay varias iglesias abandonadas debido a que en la zona hay más de 1.000 minas.
Ahora, la ONG británica Halo Trust se propone quitar los explosivos y volver a transformar este sitio sagrado en un lugar de encuentro para todas las religiones.
Se estima que el trabajo puede tomar hasta unos 20 años.
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