El presidente de Bolivia, Evo Morales, convocó este domingo a nuevas elecciones tras los violentos disturbios que han azotado el país desde la polémicas elecciones del pasado 20 de octubre en la que fue declarado ganador.
El mandatario respondió así a las "irregularidades" que encontró la Organización de los Estados Americanos (OEA) en su auditoría de los comicios.
La OEA determinó que era estadísticamente improbable que Morales hubiese ganado por el margen de 10% que necesitaba para evitar una segunda ronda electoral.
Morales también declaró que estaría tomando la recomendación de ese organismo internacional para renovar la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral, que fueron duramente criticados por el manejo del conteo del mes pasado.
Ha habido intensas protestas en todo el país sobre lo que la oposición percibe como un fraude electoral.
Las fuerzas armadas de Bolivia han declarado que no intervendrán y la policía en la mayoría de las ciudades ha tomado partido con la oposición.
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