Mientras equipos de bomberos combaten las llamas del incendio que consume áreas adyacentes al Parque Nacional Yosemite, a unos 200 kilómetros al oeste las autoridades se preparan para el efecto que podrían tener en los servicios públicos en la ciudad de San Francisco.
Las fuentes de agua y las plantas de generación eléctrica se encuentran en la zona donde se esparce el fuego desde hace ya nueve días y que está siendo combatido por unos 2800 bomberos.