Medios de comunicación oficiales en China informan que las autoridades en Shanghái están investigando cómo un colorante potencialmente peligroso fue incorporado a uniformes escolares.
Los informes indican que se ordenó a más de 20.000 estudiantes que no usaran la ropa porque el colorante puede ser tóxico si se le ingiere, inhala, o se absorbe por la piel.
China ha sufrido una ola de escándalos de seguridad que han involucrado alimentos y otros productos. Pero tal como señala el corresponsal de la BBC en Pekín, es probable que este caso, en el que están involucrados miles de escolares, encienda a la opinión pública.