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Los mercados más bellos del mundo

En lo referente a la comida fresca, hubo durante mucho tiempo una clara línea divisoria entre Reino Unido y Estados Unidos— u otros países anglófonos— y el resto del mundo.

BBC MUNDO BBC MUNDO

Martes 17 de marzo de 2015

La temprana y rápida primera industrialización llevó a que una gran parte de la población dejara de cultivar la tierra. La refrigeración, el ferrocarril, el crecimiento urbano y el coche dieron lugar a los supermercados, con sus alimentos empaquetados y etiquetados, con fecha de caducidad y marcas.

Hoy en día, la costumbre de conducir hasta estas grandes superficies construidas en las afueras de las ciudades ha llevado al cierre de las tiendas familiares, a la devaluación de los centros urbanos y al declive de las relaciones entre productores de los alimentos, sus vendedores y los compradores.

Pero en un tiempo la función de los supermercados la cumplieron los mercados cubiertos. Y en varias partes del mundo estos siguen funcionando, ya que hay gente que aún quiere ver de cerca los alimentos que piensa comprar, así como disfrutar del festival de sentidos que ofrecen estos espacios.

Además, muchos también son un placer para la vista, ya que los albergan edificios especiales diseñados con mucho mimo. Y es que la función que cumplen es tan importante como la de los ayuntamientos o las oficinas.

Los Ángeles y Seattle

Una de las actividades más entretenidas en la que uno puede enfrascarse en el centro de Los Ángeles, en Estados Unidos, es acudir al Gran Mercado Central de South Broadway.

Desde que abriera las puertas en 1917, el mercado ha suministrado alimentos a varias generaciones de inmigrantes. Hoy la mayoría de los clientes son hispanos, algo que se ve reflejado en la gran variedad de frutas y verduras frescas y en las delicias latinas de los puestos.

 

El mercado fue diseñado por el arquitecto de origen británico John B. Parkinson, en la planta baja del edificio Homer Laughlin Building, donde tendría más adelante su estudio uno de los arquitectos más famosos de la historia, Frank Lloyd Wright.

También llama la atención por su arquitectura el Pike Place Market de Seattle, en EE.UU. Su diseño es un amalgama de estilos. Fue inaugurado en 1907, se encuentra frente al mar y tiene varios niveles.

En su superficie de 3.600 metros cuadrados ofrece toda suerte de productos, desde el más fresco pescado del Pacífico a artesanía local.

El mercado es de titularidad pública y alberga a unos 500 empleados, aunque da trabajo a muchos más.

Es el lugar idóneo para comer sushi, ya que el 80% de los puestos pertenece a familias de origen nipón. Y eso aún cuando durante la Segunda Guerra Mundial y hasta que en 1942 el Congreso aprobó una ley, los japoneses eran enviados a campos de internamiento.

Hoy en día Pike Place Market sigue siendo próspero: es una verdadera alternativa a las grandes cadenas de comida preparada del centro de la ciudad.

Así que si te decidieras por esta opción, incluso podrías ver a Sol Amon, el tendero más veterano -toda una leyenda de Seattle-, fuera de su puesto, Pure Food & Fish. Y es que los mercados míticos y las grandes personalidades suelen ir de la mano.

Venecia

Pero si se trata de belleza arquitectónica, son Europa y Oriente Medio donde se encuentran los mejores mercados cubiertos. Así que, si te gustan estos espacios, Italia es uno de los países que tienes que apuntar en el mapa.

 

Aunque compita con la opulencia de los palacios y las artísticas iglesias, los turistas de Venecia no deberían dejar de visitar la Pescheria, el mercado de pescado cubierto pegado al puente Rialto.

En ese lugar se venden frutos del mar desde 1097, pero el edificio actual es posterior. Fue diseñado en 1907 por el arquitecto Doménico Rupolo y el pintor Cesare Laurenti.

Y uno de los detalles arquitectónicos a destacar son los capiteles de las columnas. Representan cabezas de pescado, en lugar de las clásicas hojas de acanto.

París

París es otra de las ciudades idoneas para sumergirse en sus mercados, distribuidos por todos sus barrios.

Todos ellos son los hijos huérfanos de la madre de todos los mercados, Les Halles; también conocido como El vientre de París, por la novela homónima de 1873 de Émile Zola. Y es que aquél palacio de cristal de mediados del siglo XIX diseñado por el arquitecto Victor Baltard fue demolido en 1971.

 

De los 13 mercados cubiertos que siguen en pie en la capital francesa, Marché La Chapelle es uno de los más interesantes. Se encuentra en el distrito 18, también fue obra de Baltard y ha sido restaurado con cuidado.

Por lo tanto, da alguna pista de cómo fue el añorado Les Halles y a su vez ofrece comida típica de Portugal y el norte de África, por ejemplo.

Valencia

En el país vecino, España, también hay mercados cubiertos que merecen la pena visitar.

Es el caso del Mercado Central de Valencia, toda una obra de arte urbana.

Fue diseñado por los arquitectos catalanes Francisco Guardia y Alejandro Soler y terminado de construir en 1928.

Consta de espectaculares cúpulas, coloridas cerámicas, mosaicos y vidrieras.

 

Además, este edificio de estilo art nouveau, que alberga un millar de puestos, ofrece para el gusto placeres tan intensos como para la vista.

Alepo

Pero los más impresionantes mercados cubiertos, en términos de escala y magnificencia, están en Oriente Medio.

El mejor de todos quizá fue una estructura que data de 1450, el zoco de la medina, en el centro de la ciudad siria de Alepo. Hoy está seriamente dañado, debido casi cuatro años de guerra.

El zoco lo forman 8 kilómetros de calles cubiertas y abovedadas.

Fue durante siglos un crisol de religiones y culturas, y todavía sigue siendo un lugar en el que las sombras juegan con la luz del sol. Alberga cientos de puestos de comida, especias y telas.

 

Con suerte, algún día será restaurado y recuperará su antigua gloria.

Rotterdam

Regresamos a Europa pero marcamos otra época.

La ciudad holandesa de Rotterdam es también un crisol de culturas: una urbe tolerante en la que gente de diversa procedencia vive, trabaja y hace la compra.

Y allí ha abierto sus puertas uno de los mercados cubiertos más llamativos y quizá audaces de los últimos años.

El colorido y amplio edificio en forma de herradura fue diseñado por el estudio de arquitectos MVDRV y se encuentra en el distrito Laurens.

Bajo su techo hay espacio para los puestos de comida y flores, pero también para tiendas de moda, apartamentos luminosos y oficinas de empresas. Incluso alberga una escuela de cocina.

El bullicioso Markthal—así se llama el edificio en forma de herradura— demuestra no sólo que los mercados cubiertos llegaron para quedarse, sino que tienen un futuro más atractivo que cualquier supermercado a las afueras de una gran ciudad, desde Rotterdam a Los Ángeles.