Por lo menos 22 personas perecieron y más de 50 resultaron heridas en una serie de atentados con pistolas y bombas en Irak.
En el incidente más mortífero, una bomba explotó cerca de un café en un distrito del sur de la capital, Bagdad.
En el oeste del país, la policía se enfrentó con pistoleros no identificados que cruzaron la frontera desde Siria: una persona murió y cinco fueron heridas.
Un resurgimiento de la violencia en Irak este año ha acabado con más 2.500 vidas.