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¿Por qué aguantamos la respiración cuando sentimos emociones fuertes?

Semanalmente, la revista BBC Focus resuelve algunas dudas de sus lectores. A continuación, una selección de sus respuestas para curiosos.

Daniela Marín

Martes 23 de diciembre de 2014

Una de las razones por las que aguantamos la respiración es que la rabia, el miedo y otras emociones fuertes causan que nuestros músculos se tensen, incluyendo aquellos que quedan en el pecho y se usan para respirar.

La tensión en el cuello y los hombros también restringen nuestros pulmones.

Una razón más específica es que mantenerse absolutamente quieto puede ser la mejor estrategia cuando nos sentimos amenazados o vacilantes.

Al dejar de respirar podemos escuchar con más precisión y probablemente hasta ver mejor, pues nuestra cabeza no se mueve.

Y quedarse muy quieto hace que sea menos probable que a uno lo detecte un depredador o enemigo.

Tendemos a respirar profundo antes de dejar de hacerlo. Con la acción del nervio vago, esto aumenta el ritmo cardíaco, por lo que llega más oxígeno al cuerpo.

Aguantar la respiración en ese tipo de situaciones es natural e inofensivo, pero si se hace frecuentemente puede ser perjudicial.

Una respiración buena, regular y completa es importante para la salud.

¿Por qué las manzanas cambian de color después de cortarlas?

 

 

 

Las manzanas contienen unos químicos llamados fenoles o compuesto fenólico que actúan como protección contra los hongos y las bacterias.

Cuando algo daña a la fruta, estos fenoles quedan expuestos al aire y una enzima llamada polifenol oxidasa cataliza una reacción química que combina los fenoles con el oxígeno para formar el pigmento marrón llamado melanina.

Eso forma una capa insoluble sobre la superficie cortada que retrasa la infección que pueden causar los hongos.

Echarle jugo de limón a la superficie evita el cambio de color pues el ácido cítrico destruye la polifenol oxidasa y remueve el oxígeno antes de que pueda reaccionar con los fenoles.

¿Qué significa "morir de viejo"?

 

Si uno logra evitar un accidente automovilístico fatal, enfermedades infecciosas, fallos cardíacos, cáncer, suicidio o asesinato -entre otros-, debería poder vivir al menos hasta los 80 o más años.

Para entonces, todos los órganos habrán perdido algo de efectividad.

Los riñones no estarán pudiendo filtrar todas las toxinas de la sangre; el corazón no estará bombeando la sangre con la fuerza suficiente para oxigenar las extremidades efectivamente; el sistema digestivo no tendrá el mismo apetito o capacidad que solía tener, etc.

Eso hará que uno sea progresivamente más vulnerable.

Los doctores ya no usan la "vejez" o "causas naturales" en los certificados de defunción tanto como lo hacían antes: ahora tratan de registrar tanto la causa inmediata de la muerte como la subyacente.

Así, "paro cardíaco" puede ser la causa inmediata y "enfermedad cardiovascular", la subyacente.

Sin embargo, los ancianos a menudo sufren de varias condiciones crónicas al mismo tiempo, de manera que es imposible saber exáctamente cuál órgano falló primero sin hacer una autopsia, algo que no se practica a menudo cuando se trata de alguien de edad avanzada.

La muerte es inevitable y más probable con la edad, así que uno podría pensar que la edad es en efecto la causa subyacente por excelencia.

Pero la "vejez" de por sí nunca es una causa inmediata de muerte. Es sólo una manera informal de decir que una persona no murió en circunstancias sospechosas ni debido a una condición médica previamente conocida.

¿Cuál dinosaurio fue encontrado más recientemente?

 

Cada año se descubren unas 30 nuevas especies de dinosaurios, o sea una cada par de semanas o menos.

Una de las más recientes es el Trachiraptor admirabilis, que era un raptor que vivió hace 201 millones de años en lo que hoy en día es Venezuela.

Se estima que hay unos 1.800 géneros distintos de dinosaurios, de los que un 30% ha sido descubierto hasta ahora.