El presidente de Rusia, Vladimir Putin, negó este miércoles versiones de prensa que aseguraban que su gobierno habría pactado con el de Cuba la reapertura de una base en Cuba desde la que Moscú vigilaba comunicaciones de Estados Unidos en tiempos de la Guerra Fría.
Putin conversócon periodistas en Brasilia, donde cumple una visita, parte de su gira por América Latina que empezó la semana pasada en Cuba y que lo llevó a participar en Fortaleza en la reunión de los BRICS -el grupo de naciones emergentes formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
De acuerdo con la información difundida más temprano por el diario Kommersant y reflejada por agencias de noticias, los rusos habrían acordado con La Habana reiniciar operaciones en Lourdes, una base de la era de la Unión Soviética, cuando ambos países eran importantes aliados en contra de Washington.
Las versiones insistían en que el pacto había sido sellado la semana pasada durante la visita de Putin al presidente cubano Raul Castro.
Antes de que se produjera la negativa del mandatario ruso, la portavoz del Departamento de Estado, Jan Psteky, no quiso hacer ningún pronunciamiento oficial sobre el tema durante la rueda de prensa diaria en Washington.
La base de Lourdes, a las afueras de La Habana, fue cerrada en 2001 como un gesto de "buena voluntad" por los rusos, aunque muchos expertos del sector de inteligencia sostienen que se había hecho financieramente inviable y redundaban pocos beneficios a los rusos, entonces empeñados en mejorar sus relaciones con Occidente.
En la cúspide de la Guerra Fría, en esas instalaciones llegaron a trabajar unas 3.000 personas en lo que fue la mayor operación de vigilancia soviética en el exterior.
Las versiones sobre la reapertura de Lourdes indicaban que era parte del acuerdo para condonar la deuda soviética de Cuba y destacaban la coincidencia con el mal momento que atraviesan las relaciones entre Washington y Moscú debido a la crisis en Ucrania.