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Rita Moreno: "Mi relación con Marlo Brando era como la cocaína"

Ha compartido la pantalla con algunos de los grandes de la historia del cine y fue la primera actriz hispana en ganar un Oscar. Rita Moreno repasó con BBC Mundo sus cerca de siete décadas de carrera.

24Horas.cl TVN

Jueves 15 de agosto de 2013

Jaime González BBC Mundo, Los Ángeles, @bbc_gonzalez

El próximo mes de enero el Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG, por sus siglas en inglés) rendirá tributo a la actriz de origen puertorriqueño Rita Moreno entregándole un premio a toda su trayectoria en una ceremonia que tendrá lugar en Los Ángeles, California.

Con este galardón se viene a reconocer la carrera de una mujer que no sólo fue la primera actriz de origen hispano en lograr un Oscar -lo consiguió en 1962 como Mejor Actriz Secundaria por West Side Story- sino que también fue una pionera que debió luchar contra los prejuicios que durante décadas existieron en Hollywood contra los artistas latinos.

Moreno, quien a los 81 años sigue trabajando en el teatro y la televisión, acaba de publicar sus memorias, un apasionante relato en el que narra cómo, contra todo pronóstico, logró abrirse camino en la meca del cine, hasta convertirse en uno de los pocos artistas en lograr lo que se conoce como el Grand Slam del mundo del espectáculo: además de un Oscar, dos Emmy, un Grammy y un Tony.

En sus cerca de siete décadas de trayectoria, Moreno ha compartido la pantalla con algunos de los grandes de la historia del cine, como Gene Kelly, Gary Cooper, Anthony Quinn, Yul Brynner, Jack Nicholson o Marlon Brando.

Con este último viviría un apasionado y tormentoso romance que le llevó a intentar quitarse la vida y que le marcaría para siempre.

Del Bronx a Hollywood

Rita Moreno nació en 1931 con el nombre de Rosa Delores Alverio en Humacao, Puerto Rico y a los cinco años se mudó con su madre al barrio del Bronx, en Nueva York.

Esos primeros años en EE.UU. estarían marcados por la pobreza y las privaciones, de las que lograría evadirse centrándose en las que se convertirían en las dos grandes pasiones de su vida: la danza y la interpretación.

Con tan sólo 13 años debutó en Broadway y a los 17 el mítico productor Louis B. Mayer -quien la bautizó como la Elizabeth Taylor latina- le ofreció un contrato con el estudio Metro Golden Mayer, lo que la llevaría a mudarse a Los Ángeles para iniciar su carrera en Hollywood.

En esa época apareció en numerosas películas -incluyendo dos de los grandes clásicos de la historia del cine como "Cantando Bajo la Lluvia" y "El Rey y Yo"- aunque la mayoría de los papeles que le ofrecían eran los de sensuales mujeres indígenas.

"En aquel entonces Hollywood estaba lleno de prejuicios. La puerta estaba cerrada para los actores latinos y los únicos papeles que me daban era para interpretar a mujeres indias, polinesias o árabes. Siempre papeles de chicas que no hablaban bien inglés y que llevaban trajes escotados", explica Moreno en conversación con BBC Mundo.

"Me sentía muy indigna por interpretar a esas mujeres. Creía que debía hacer esos papeles porque algún día alguien iba a darse cuenta de mi talento, de lo bien que cantaba y bailaba, pero me tomó muchos años".

Tocando el cielo con el Oscar

La trayectoria profesional de Moreno cambiaría para siempre cuando el director Robert Wise y el coreógrafo Gerome Robins le ofrecieron el papel de Anita en la adaptación cinematográfica del aclamado musical de Broadway "West Side Story".

Rita Moreno ganó en 1962 el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto.

La cinta -una adaptación de la historia de "Romeo y Julieta" de William Shakespeare ambientada en el Nueva York de los años '50- se convirtió en un enorme éxito de taquilla y en 1962 ganó diez premios Oscar, entre ellos el de Mejor Actriz de Reparto para Rita Moreno.

"Recibir el Oscar fue algo increíble. No podía entenderlo. Me tomó meses entender que ese galardón era mío, que no iba a desaparecer", explica Moreno, quien asegura que lo que más ilusión le dio fue la alegría que se llevaron sus compatriotas que seguían la ceremonia de los premios por televisión.

"No pensaba en ganar un Oscar o un Globo de Oro. Sabía que la película era brillante y que la coreografía era maravillosa, pero no imaginaba que al público le iba a gustar.

"El papel de Anita fue muy especial. Por primera vez interpreté a una mujer que tenía dignidad y fuerza. Todo lo que yo nunca había hecho en mi carrera y eso me encantó. Ella se convirtió en un modelo a seguir".

Moreno esperaba que tras ganar el Oscar le empezarían a llover los papeles que siempre había anhelado, alejados de los estereotipos raciales, pero no fue así, por lo que decidió apartarse del cine durante unos años para centrarse en su carrera en el teatro y la televisión.

En esa época tocaría fondo en su vida personal, por culpa de la relación de dependencia que la unía al actor Marlon Brando, con el que viviría un tormentoso romance que se prolongó durante más de siete años y que acabaría con un intento de suicidio.

El romance con Brando

"Mi relación con Marlon fue como una tormenta. Fue sensual, divina, chistosa y entretenida, pero más que nada una obsesión. Era como la cocaína", asegura la actriz, quien en sus memorias cuenta cómo utilizó al mismísimo Elvis Presley para darle celos a Brando.

"Era una relación embriagadora, porque Marlon era un icono, el rey del cine y del teatro, y yo era muy joven y romántica. A él le encantaban las mujeres y yo quería que él fuera fiel, pero eso era imposible. Había tantas mujeres en su vida.

"Después de todo lo que pasamos me sentía tan mal, tan inferior, tan triste, que tomé pastillas. Me quería matar por esa tristeza", cuenta Moreno.

Una vez superado el desengaño y centrada de nuevo en su carrera, en 1965 contrajo matrimonio con el doctor judío Leonard Gordon, quien se convertiría en el padre de su única hija, Fernanda Luisa, y con el que estaría casada durante más de cuatro décadas.

Tras cerca de siete décadas dedicada al mundo del espectáculo, Rita Moreno asegura que no le queda nada por hacer.

Tras el Oscar obtenido por West Side Story, llegaría un premio Grammy (1972), un Tony (1975) y dos Emmy (1977 y 1978), además de la Medalla Presidencial de la Libertad (2004) y la Medalla Nacional de las Artes, que le fue otorgada por el presidente Barack Obama en 2009.

"Hoy en día, la trayectoria de los artistas hispanos es diferente. Ahora es mucho más fácil y he de reconocer que siento algo de envidia. Tuve que ser la pionera, aunque hubiera preferido no serlo y haber tenido mejores papeles".

Moreno asegura que el premio que sus compañeros del SAG le van a entregar el año próximo le hace sentir "honrada y orgullosa" ya que "nunca pensó que lo iba a recibir".

Tras cerca de siete décadas dedicada al mundo del espectáculo, Rita Moreno asegura que lo más importante en su vida es su familia -su hija y sus dos nietos- y no duda en afirmar que no le queda nada por hacer.

"La vida es dura y tuve una vida muy dura, pero siempre pienso en lo positivo y creo que tengo una vida mágica".