Lisbeth Salander, la chica del dragón tatuado, regresa este jueves a las librerías, en la anticipada continuación de La Trilogía del Milenio, del sueco Stieg Larsson.
Hay gran expectativa entre lectores en todo el mundo sobre lo que la introvertida pero extremadamente inteligente Salander tiene entre manos con sus habilidades cibernéticas y memoria fotográfica.
Cabe una acotación, sin embargo, su creador, el escritor sueco Stieg Larsson, murió hace más de una década y sólo dejó escritos los tres libros que ya fueron publicados, aunque contemplaba como diez novelas de la serie.
Ahora bien, la desaparición de Larsson no fue un problema para la editorial a cargo, que le entregó la tarea al también sueco David Lagercrantz.
Y es que práctica de continuar publicando secuelas de un personaje o título popular con la pluma de otro autor es más común de los que se cree, especialmente en el género de la intriga policíaca y el espionaje.
Polémica
La cuarta entrega de la Serie del Milenio, titulada para el mercado inglés "La Chica en la Telaraña" ("Lo que no nos mata", en Suecia), fue escrita por Lagercrantz con la autorización del padre y el hermano de Larsson.
Pero no sin polémica: la excompañera de Larsson, Eva Gabrielsson, no aprobó de esta publicación señalando que no se respetaría el estilo del autor.
Gabrielsson y Larsson nunca formalizaron su unión y ella se quedó sin ningún derecho sobre el patrimonio literario de su expareja.
No obstante, hay inmenso interés por la cuarta entrega de la serie, que sale al mercado en el décimo aniversario de la primera novela "Hombres que no amaban a las mujeres" y que vendió más de 75 millones de copias en todo el mundo.
A pesar del hermetismo en torno al contenido de la novela, se prevé que en la trama Lisbeth Salander estará intentando penetrar la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y entrará en contacto otra vez con el periodista Mikael Blomkvist, con quien sostuvo relaciones en los libros anteriores.
Según la editorial británica Quercus, el primer tiraje de "La Chica en la Telaraña" es de 2,7 millones de ejemplares.
David Lagercrantz es un periodista y novelista sueco mejor conocido por su biografía del futbolista Zlatan Ibrahimović.
Cuando fue comisionado con el cuarto libro de la Serie del Milenio se suponía que sería una publicación única, aunque Lagercrantz posteriormente se refirió a otra posible novela basada en los personajes creados por Stieg Larsson y los cabos sueltos que dejó en sus tres libros.
La muerte no es obstáculo
No es la primera vez que los títulos y franquicias de autores fallecidos continúan en la letra y puño de otros.
El fenómeno responde a la gran popularidad de los protagonistas en las series que crearon y, por supuesto, a las ventas que pueden generar.
Tal es el caso del agente secreto James Bond, creado por Ian Fleming e inmortalizado en la pantalla gigante 25 veces (2 no oficialmente) con libretos basados en los escritos de Fleming.
Varios autores han sido comisionados por los que controlan el patrimonio de Fleming con nuevas novelas del agente 007.
La última novela oficial de Bond se publicó en 2013, con el título de "Solo" y la autoría de William Boyd, autor británico nacido en Ghana.
Pero el también británico Arthur Horowitz está por publicar otra novela Bond autorizada en septiembre de 2015, que incorpora material inédito de Fleming.
El nuevo libro sin duda asegurará más versiones cinematográficas del popular espía.
Horowitz es conocido por dos entregas muy bien recibidas del detective inglés Sherlock Holmes, tituladas "La Casa de Seda" y "Moriarti", sancionadas por el patrimonio de Arthur Conan Doyle, quien presentó a Holmes por primera vez al público en 1887.
Una franquicia que ha tomado mucho impulso, gracias al cine, ha sido la de las novelas que cuentan la historia de Jason Bourne, personaje creado por Robert Ludlum, escritor de novela negra y suspense cuyas ventas ascienden a los cientos de millones.
La firma del autor
Ludlum, que murió en 2001, dejó publicada una trilogía en torno al misterioso Bourne, un agente secreto que sufre de amnesia e intenta recuperar la memoria.
Eric van Lustbader, escritor estadounidense, ha continuado dándole vida a Bourne en diez novelas más, la última a punto de ser publicada este año.
Curiosamente, todos los títulos de estas diez novelas incluyen el nombre de Robert Ludlum.
En la misma vena de la intriga internacional está el personaje Jack Ryan, del escritor estadounidense Tom Clancy, que murió en 2013.
El agente de la CIA Ryan aparece en más de una decena de las novelas de Clancy, conocido por sus detalladas descripciones de asuntos militares y contraespionaje.
Grant Blackwood es el más reciente autor en resucitar oficialmente a Jack Ryan en la novela "Tom Clancy, Bajo Fuego".
Como con Robert Ludlum, que el nombre del autor sea parte del título parece indispensable pero no importa si este sigue vivo o no.