El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó este miércoles que el presidente Nicolás Maduro realice su mensaje anual de memoria y cuenta ante la corte en lugar de -como manda la Constitución del país- frente a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
El TSJ emitió en la noche del miércoles una nueva sentencia contra el Parlamento y consideró "nulas" tanto la composición de su nueva directiva, fijada el 5 de enero, como las sesiones posteriores.
Eso incluye la sesión del lunes, en la que la Asamblea, con mayoría opositora desde las elecciones legislativas de diciembre de 2015, declaró el "abandono del cargo" del presidente Maduro, al que responsabiliza de la crisis económica que sufre el país.
El gobierno asegura que se trató decisión inconstitucional y este miércoles obtuvo el respaldo del TSJ.
En desacato
"En vista de la imposibilidad para realizar actos válidos, se configura la omisión inconstitucional de la Asamblea Nacional, por lo cual el Presidente de la República en pleno ejercicio de sus funciones, ciudadano Nicolás Maduro Moros, deberá rendir su mensaje anual ante el TSJ, en el que dará cuenta de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año inmediatamente anterior", expresó el máximo tribunal venezolano, al que la oposición acusa de actuar al dictado del Ejecutivo.
El TSJ considera desde agosto del año pasado que la Asamblea está en desacato y ha anulado todos los proyectos de ley relevantes aprobados por el legislativo en el último año.
Nicolás Maduro anunció la pasada semana que el día 15 ofrecería la memoria y cuenta anual, pero no dijo si lo haría en la Asamblea, como establece la Constitución.
El domingo ofrecerá por lo tanto su discurso ante los magistrados, ante los que ya presentó también los presupuestos del año 2017, que según la Constitución deben ser debatidos en el Parlamento.
Hace un año, Maduro sí asistió a la Asamblea, ya entonces controlada por la oposición.
La batalla de poderes que no se reconocen es reflejo de las tensiones políticas de un país polarizado y que vive una severa crisis económica.
En este clima de enorme división está prevista para el viernes una reunión de la mesa de diálogo entre gobierno y oposición que tiene al Vaticano como principal acompañante.
El incumplimiento de acuerdos y las acusaciones mutuas podrían provocar pronto el fin de un diálogo que de momento ha sido improductivo.