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William y Kate redefinen papel de niñeras en la realeza británica

A diferencia de sus antecesores, los duques de Cambridge se involucrarán en la crianza de su bebé activamente, restándole importancia al tradicional papel de las institutrices en la formación de los herederos a la corona.

24Horas.cl TVN

Lunes 22 de julio de 2013

Carolyn Harris BBC

El duque y la duquesa de Cambridge han estado planificando discretamente la crianza que recibirá el futuro rey o futura reina. Los padres y los abuelos del bebé tendrán más influencia sobre la criatura de lo que podría tener cualquier niñera. William y Kate procurarán encontrar el equilibrio entre el tiempo que pasarán con su hijo(a) y el que dedicarán a sus compromisos como miembros de la familia real.

Generaciones previas han realizado cambios innovadores con respecto al cuidado de sus hijos, pero los duques de Cambridge cuentan con un respaldo sin precedentes por parte del público. Representan el futuro de la monarquía, y sus decisiones condicionarán las actitudes de la sociedad con respecto a la realeza y la crianza de los niños.

En enero iniciaron un proceso de selección para contratar a un ama de llaves, no a una niñera. Esto fue interpretado en los medios como una señal de que se involucrarían directamente en el cuidado de su bebé.

El puesto -que obtuvo la mucama de la Reina Isabel II, la italiana Antonella Fresolone- conlleva diversas responsabilidades, como pasear al perro, encargarse del lavado de la ropa, pulir los objetos de plata y también ayudar con el cuidado del (o la) heredero(a).

Cuando los príncipes Carlos y William eran niños, varios miembros de la casa real se dividían estas labores.

UN POCO DE HISTORIA

En el caso de William y Kate, las funciones tradicionales de la niñera a cargo de los herederos a la corona cambiaron. Ahora se trata de un trabajo de medio tiempo, no de uno de supervisión a tiempo completo. Es una ruptura de la tradición que refleja la postura de William y Kate con respecto al debate que existe en la actualidad sobre al equilibrio que debe haber entre el tiempo que se pasa con la familia y el que se pasa trabajando.

Las credenciales y las labores requeridas para una niñera al servicio de la monarquía han cambiado considerablemente a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Carlos I (quien reinó entre 1625 y 1649) destituyó a la primera institutriz de su hijo mayor, la condesa de Roxburgh, porque los protestantes expresaron públicamente su desacuerdo con la influencia que podría tener una católica en la crianza del futuro rey, Carlos II.

Durante el reinado de Victoria (entre 1837 y 1901) se esperaba que las nanas e institutrices se encargaran de todo lo referente al cuidado de los niños y que se dedicaran a ellos a tiempo completo, lo que les dejaba muy poco tiempo para ellas mismas.

La autoridad que ejercían las niñeras en los siglos XIX y XX fue desastrosa para algunos de los herederos al trono británico, mientras que para otros, fue un consuelo. Como se vio en la película "El discurso del rey", el futuro Eduardo VIII y Jorge VI fueron maltratados por una de sus primeras niñeras. Pero Carlos y William eran cercanos a quienes los cuidaban, lo que permitió que ellas los ayudaran cuando se presentaron tiempos difíciles.

CAMBIOS GENERACIONALES

Cuando los príncipes William y Harry nacieron, el papel de las niñeras se había vuelto incompatible con el estilo de crianza que preferían tanto Diana como Carlos de Gales.

La postura de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe con respecto a sus hijos era más formal en comparación con la de los príncipes de Gales, que abrazaban a sus hijos en público y se los llevaban cuando tenían que realizar algún viaje representando a la familia real.

Se dice que Diana pensaba que la primera niñera del príncipe William, Barbara Barnes, se extralimitaba al comportarse como una madre sustituta, lo que justamente se esperaba de quienes se encargaban de los herederos al trono.

Después de que los príncipes de Gales se separaron, en 1982, Carlos contrató a una niñera poco convencional, Tiggy Legge-Bourke, para ayudarlo con el cuidado de sus hijos. La joven los acompañaba cuando tenían que salir y fue como una especie de hermana mayor y amiga para los príncipes.

La selección de la persona que William y Kate contrataron -que cumplirá funciones de ama de llaves y niñera- sigue la línea innovadora en el cuidado de los nuevos miembros de la realeza británica, remplazando a las tradicionales nanas con personas que trabajan medio tiempo y cumplen otras funciones.

Se cree que los abuelos tendrán más influencia en la crianza del bebé que está en camino. Se ha dicho que Kate piensa pasar las semanas posteriores al nacimiento con sus padres, Michael y Carole Middleton.

Antes del siglo XX los monarcas británicos se casaban con miembros de la realeza de otros países, lo que limitaba la participación de los abuelos en la crianza de los niños. Pero cuando los abuelos maternos y paternos están cerca, participan de manera más activa en la vida de sus nietos.

LA INFLUENCIA DE LOS ABUELOS

Pese a las relaciones conflictivas entre Diana y su familia, William y Harry tuvieron una relación muy cercana con la abuela Fran –Frances Shand Kydd, la madre de la princesa de Gales- por lo que Frances es uno de los nombres favoritos de William para su bebé.

Cuando la Reina Isabel II era una niña, los viajes a Escocia no solo implicaban pasar tiempo en Balmoral (una de las residencias reales) con el rey Jorge V y la reina María, sus abuelos paternos, sino también visitar a los abuelos maternos, los Bowes-Lyon.

Como Kate, a la mujer a quien se conoció como la reina madre (la mamá de Isabel II), también le gustaba tener a sus padres cerca. De hecho, su segunda hija, la princesa Margarita, nació en el Castillo Glamis, la residencia de los Bowes-Lyon.

Hay otras señales que indican que William y Kate pretenden seguir los pasos de sus antecesores vanguardistas, y no los de los tradicionalistas. Cuando el príncipe Carlos se convirtió en padre fue el primero -después del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria- que estuvo presente en el nacimiento de sus hijos. Y todo parece indicar que William hará lo mismo.

LA POLÉMICA DE AMAMANTAR

En los siglos XVIII y XIX se generaba gran controversia cuando las madres de la realeza decidían amamantar a sus hijos. La reina María Antonieta de Francia recibió una carta en la que su madre la reprendía porque había decidido seguir una de las premisas de la Ilustración con respecto a la crianza de su primogénito: darle de mamar.

Cuando la reina Victoria se enteró de que sus hijas estaban amamantando a sus bebés, llamó a una de las vacas de sus establos princesa Alicia. Pero la decisión de Diana de darle de mamar a sus hijos fue alabada por el público. Y es muy probable que Kate también reciba el visto bueno por seguir los pasos de la princesa de Gales y ser una madre moderna.

El duque y la duquesa de Cambridge son parte de una generación de padres pertenecientes a la realeza decididos a encontrar el equilibrio entre sus responsabilidades como miembros de la corona y el desarrollo de una relación cercana con su bebé.

Su solución para el dilema del siglo XIX con respecto al tiempo que se dedica al trabajo y al que se pasa con familia, es involucrarse directamente en la crianza de sus hijos con la ayuda de niñeras y la participación de los abuelos.

Foto: Reuters