La ayuda internacional dirigida a Filipinas tras la destrucción causada por el súper tifón Haiyán ha comenzado a tener un impacto profundo en las zonas más afectadas por los devastadores vientos y las lluvias.
Corresponsales de la BBC en la región informaron que el esfuerzo de países como Estados Unidos y el Reino Unido está dirigido a las áreas más remotas a las que no puede acceder el gobierno filipino.
Las Naciones Unidas (ONU) han manifestado que espera recaudar suficiente dinero para financiar programas de emergencia que puedan suministrar comida, refugio, agua potable y servicios de salud por seis meses.
Según la ONU, más de 13 millones de personas han sido afectadas por el tifón, incluyendo 5 millones de niños.
El organismo internacional tiene como prioridad para los próximos días el establecimiento de un sistema que ayude a la gente a ubicar a sus familiares y un programa para limpiar las rutas del país asiático para que sea más sencillo llegar a las regiones afectadas.