El ministro vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, vivió una mañana agitada y no tuvo nada que ver con la contingencia política. Lejos de interpretaciones, malos entendidos o anuncios importantes, esta vez su público fue un grupo de alumnos del Colegio Monte Tabor de Huechuraba quienes pusieron a prueba la paciencia y los dotes de guía del ministro.
Chadwick les dio un paseo por el patio de los naranjos y les contó algo de historia, pero sin duda la sensación de la jornada fue la nueva sala de conferencias.
Como buenos niños no tardaron en desordenar el ambiente, tocando todo lo que encontraron a su paso. Mientras el ministro intentaba mantener la calma tal como lo viene haciendo en los últimos meses.
Tras la visita, los jóvenes estudiantes se despidieron del ministro, que de inmediato subió las escaleras para retornar a su despacho.