Con más de 20 años de Concertación, era necesario un retoque para limpiar asperezas y fijar una hoja de ruta. El panorama no era el mejor, considerando las públicas diferencias entre el PPD y el bloque PS-DC por el futuro del conglomerado, junto a la posibilidad de asumir nuevos desafíos con la izquierda y bloquear la relación con el Gobierno por las reacciones en contra de la ex presidenta Michelle Bachelet.
Si a eso sumamos que la aprobación ciudadana del conglomerado de oposición no supera el 20% en ninguna encuesta y la renuncia del senador socialista Camilo Escalona a ser el interlocutor con el Gobierno, el cónclave realizado el lunes resultó preciso para mostrar la nueva cara de la Concertación.
"Más que zanjar diferencias ha quedado establecido que es una común voluntad, una convicción de todos, de que el actuar juntos es absolutamente necesario para configurar esta mayoría que intenta por métodos democráticos naturalmente ser gobierno en el próximo período", dijo el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade. Lo que se suma a los dicho por Escalona, quien indicó que "hemos reafirmado la voluntad de actuar como alianza de centro y de izquierda".
Una intención, que fue refrendada en un texto final donde además se establece la necesidad de mantener "un diálogo con el Gobierno en materias de interés nacional y en reformas políticas públicas que están pendientes en especial la del sistema binominal".
Pero para llegar a eso, hubo intensos y tensos diálogos en el ex Congreso mientras se realizaba la reunión. Por una parte, el timonel de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, criticó con duras palabras al Partido por la Democracia y al Partido Radical Social Demócrata, interpelando su "actuar a espaldas" del conglomerado para negociar con el Partido Comunista.
Algo que el recién asumido presidente del PPD, Jaime Quintana, no quiso dejar pasar y sostuvo que aquel diálogo con el PC para llevar una lista de concejales se realizó bajo condiciones claras y se sumó al sentir de su colectividad donde, según ellos, no hubo nada oculto.
Además, agregó que "hace una semana sólo se hablaba de concurrir rápidamente a un acuerdo con el Gobierno y este acuerdo hoy es sobre una base clara y especialmente poniendo énfasis en el sistema binominal".
Los otros acuerdos que se reafirmaron entre los cuatro partidos - PS, DC, PPD y PRSD - fueron avanzar hacia una nueva mayoría social y política para afrontar las próximas elecciones e impulsar un foro social por la igualdad y la justicia social. En esto último, el 9 de julio está previsto un segundo cónclave, pero esta vez incorporando a otras fuerzas políticas entre ellas el Partido Comunista, el MAS y el MAIZ.