El exdirector Sociocultural de la Presidencia, Sebastián Dávalos, defendió su papel en el polémico crédito de $6.500 millones que otorgó el Banco de Chile a Caval Inversiones, la empresa de su esposa, Natalia Compagnon, préstamo por el que tuvo que renunciar a su cargo el pasado viernes.
En una entrevista al diario El Mercurio, Dávalos asegura que la reunión que sostuvo con el vicepresidente del banco, Andrónico Luksic, días antes de que Michelle Bachelet fuera reelecta, "no fue imprudente".
"No creo que haya sido imprudente por una razón súper sencilla: si yo trabajo en el mundo privado, como llevaba trabajando mucho tiempo, no puedo estar preocupado de lo que pasa en el Gobierno", dijo el hijo de la Presidenta al diario.
Dávalos justificó que el encuentro se sostuvo en una época "en la que yo trabajaba en el sector privado como dependiente de Caval Inversiones", la empresa que se otorgó el préstamo para la compra de unos terrenos en Machalí, que después se revalorizarían con el cambio de uso del suelo y se venderían, consiguiéndose un cuantioso beneficio.
"Si yo quisiera hacer plata de manera fácil, me hubiese quedado trabajando en el sector privado", respondió al periodista.
Añadió, además, que su salida del Ejecutivo no se debió a las presiones del Gobierno ni de la Nueva Mayoría. "Es más, me atrevo a decir que fue el miércoles a las tres de la tarde", cuando decidió poner su cargo a disposición, dijo.
"Se publicita como si aquí hubiese una cuestión extraña, delictiva, criminal, que no existe, que no es real y entiendo que en ese contexto el Gobierno y la Presidenta pueden haber salido dañados de imagen, y mis disculpas son justamente a ella, porque lo que menos querría como funcionario del Gobierno es que el Gobierno quedara mal evaluado", indicó en la entrevista.