La jornada de elecciones primarias de este domingo está repleta de historias de personas que superan diversos problemas para acudir a votar.
A pesar de todos los impedimentos que tengan para poder ejercer su derecho y deber ciudadano, el deber moral de estar presente en un proceso como este ha generado fuerzas para poder acudir a las urnas y así emitir su sufragio.
Esa es la historia de una joven abogada no vidente de 28 años no vidente, que llegó muy temprano a sufragar, acompañada de su padre, como en las últimas elecciones.
La votante dijo que participa de las elecciones sin ninguna motivación especial y "sólo por interés de participar".
En esa misma localidad, la tónica general fue -como es habitual- que los adultos mayores fueran los primeros en emitir su voto. Sin embargo, varias personas se mostraron molestas porque aún no estaban constituidas las mesas y tuvieron que esperar más de una hora en las filas.
También había preocupación por el ritmo de afluencia de los votantes, que en la elección de 2012 fue de apenas el 42% de la población. En una de las mesas, de un total de 1.047 votantes, pasado el mediodía, habían llegado 34 participantes.