Las encuestas y proyecciones previas al 17 de noviembre posicionaban a Michelle Bachelet y Evelyn Matthei como las favoritas para pasar a una eventual segunda vuelta.
El balotaje fue un hecho y los cómputos finales dieron a la candidata de Nueva Mayoría un 46,27% frente al 25,01% de Evelyn Matthei.
Los análisis de esas cifras también se enfocaron en un dato preocupante de la primera vuelta presidencial: el 50,7% que tuvo la abstención electoral.
El voto voluntario que debutó con las elecciones municipales de 2012 amplió el padrón electoral chileno de ocho millones de votantes a más de 13 millones, y con ello también el número de electores que se marginaron de votar.
En octubre del año pasado hubo un 60% de abstención, cifra que si bien disminuyó en las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre, no deja de ser considerada como importante al momento de contabilizar los votos.
Para el cientista político de Libertad y Desarrollo, Jorge Ramírez, la abstención no debe ser considerada como algo "dramático", pues ha sido una tendencia presente en países que han hecho la transición del sistema de voto obligatorio al voluntario.
"Si uno ve la magnitud del descenso este no es tan dramático, partiendo porque el padrón que maneja el Servel no está depurado. (Allí) También figuran personas que viven en el extranjero, y aunque legalmente están habilitados para votar, en la práctica no pueden ejercer el derecho" explica.
Según Ramírez, se estima que serían 800 mil a un millón las personas que se encontrarían en el exterior, lo que reduciría el padrón a 12 millones y medio de electores. En esa situación las cifras de participación rondarían el 52% o 53%, lo que a su opinión no sería un mal número para un país con voto voluntario.
EL POSIBLE PANORAMA DE SEGUNDA VUELTA
La cifra de la abstención no es indiferentes para los comandos de las candidatas en carrera.
"Yo creo que el gran enemigo de Bachelet es la abstención, no porque esté en duda su liderazgo o su elección presidencial, sino por el bolsón de apoyo con el que (la ganadora) va a llegar a gobernar en marzo del próximo año", explica Mauricio Morales, cientista político de la Universidad Diego Portales
La cifra de abstención no sólo representaría un descontento por parte de esos votantes, también perjudicaría la proyección que la futura presidenta de Chile tendría al momento de ser electa, añade.
Por eso la campaña de ambas candidatas se ha enfocado en motivar la votación el domingo 15 de diciembre próximo.
La opinión la comparte Jorge Ramírez. "Para Michelle Bachelet es complejo que salga electa con baja cantidad de votos porque inevitablemente se tenderá a cuestionar su liderazgo.
Para la candidata de la Alianza tampoco es buen indicio una baja participación, en especial -según agrega Ramírez-, "históricamente la centro derecha alcanza en promedio sobre un 40% en segunda vuelta y necesario estrechar las cifras".
"Por el lado de Matthei también es importante que vote mucha gente, puesto que mientras más grande sea la diferencia entre las dos candidaturas, es perjudicial para el electorado de la centro derecha, que no es poco" agrega.
LA IMPORTANCIA DE LA VOTACIÓN DEL 15 DE DICIEMBRE
El balotaje de este domingo 15 de diciembre no sólo representa la elección de la próxima presidenta de Chile, también marca tendencia de lo que será la situación política del país.
Ramírez destaca que se vivirá "el efecto bueno de la segunda vuelta, mayor moderación y generación de la entrada al gobierno. Es positivo que las dos grandes culturas políticas del país se vean competitivas".
En nuestro país, la única elección en la que hubo mayor participación en segunda vuelta fue la presidencial de1999, cuando se enfrentaron Ricardo Lagos y Joaquín Lavín.
El registro podría permanecer, porque Mauricio Morales no proyecta un mejor escenario de abstención para este domingo. "Me imagino que esta no va a ser la excepción y seguramente será la elección con menor participación en la historia reciente de Chile", afirma.