"Si no vengo a votar, ¿cómo voy a reclamar después?".
Con este convencimiento acudió este domingo Arturo Daniel, de 78 años, a votar al Estadio Nacional.
Tiene un problema en una pierna y fue operado de un pulmón, pero nada de esto fue impedimento para tomar su bicicleta motorizada, subir su tanque de oxígeno y partir a depositar su sufragio.
En su mesa no tuvo problemas, todo el trámite fue muy expedito, explicando que una enfermedad o dificultad para movilizarse no debe ser factor que influya en participar en la votación.
"Me cuesta mucho caminar y preferí no venir en silla de ruedas para ser más independiente. Esta pequeña moto la ocupo para salir a pasear porque no puedo caminar bien", agregó Arturo, quien trabajó durante 50 años, hasta que los problemas de salud lo obligaron a jubilarse.
Pero, pese a los problemas, afirma decidido que "mientras pueda seguir moviéndome, seguiré votando".