Son de pocas palabras y no están acostumbradas a salir.
A pesar de su bajo perfil y que el voto ya no es obligatorio, tres hermanas del Claustro de Agustinas decidieron cumplir con su deber cívico al Estadio Nacional.
Aunque prefirieron no conversar con nadie, las hermanas se mostraron muy contentas de poder dejar el convento donde se encuentran y sufragar en el Estadio Nacional.
Esta es una de las pocas situaciones en que las tres hermanas han abandonado el claustro, aunque evitaron responder al ser consultadas por sus nombres y preferencias.
Lo que sí hicieron fue invitar a todos los "votantes con vocación" a visitar su monasterio.