El diputado independiente René Alinco hizo serias acusaciones consistentes en acoso sexual y laboral al interior de la Cámara, la cual terminó en empujones con su par RN, Pedro Browne, quien le fue a increpar a su escaño por haber tratado de "asesino" al diputado Rosauro Martínez terminando su intervención en Sala.
"Cuando hablé se burlaron y rieron de las acusaciones que hice referente al acoso laboral y sexual", acusó Alinco, ya más calmado la tarde de este miércoles. "El empujón es parte de la anécdota", agregó, bajándole el perfil a la situación.
Consultado en Canal 24 Horas por su actitud y haber acudido a la fuerza, el diputado expresó "que el Parlamento chileno está conformado por seres humanos: gordos, flacos, altos y bajos. Todos tenemos nuestras formas. Ahí está representada la sociedad chilena", justificando su actuar con el diputado Browne, para luego afirmar que "lo central de este hecho, no es el empujón, si no que las denuncias que hice en la Sala".
DENUNCIAS DE ACOSO SEXUAL
En plena sesión, Alinco narró una situación que denuncia un supuesto caso de acoso sexual dentro del Congreso, pero no entregando mayores detalles.
"Ya había hecho esas denuncias hace 15 días, cuando fui citado a la comisión de Ética y hablé parte importante de lo que dije hoy", contó, señalando que "el Presidente de la Comisión (Patricio Vallespín, DC) miró para el lado".
El parlamentario dice poseer testimonios escrito de las víctimas de acoso sexual y también laboral y advirtió que sabe quienes son tanto víctimas como victimarios. Sin embargo, rehusó a entregar nombres "por respeto a ellos mismos", pidiendo que se haga una investigación. "Seguramente me citarán a la comisión de Ética y se los daré ahí. Si las víctimas me autorizan no tengo problema en decirlo", dijo.
"Acá hay gente honrada y con servicio público, pero no se hacen las denuncias pertinentes", reflexionó Alinco, que también agregó que "(en el Congreso) existen defensas corporativas" para evitar que se manche la imagen de la Cámara.
"Este trabajo defrauda. La gente espera mucho más que nosotros, pero cuando se meten las manos y los errores no se reconocen, es doloroso no tanto para nosotros sino que para la gente", concluyó.