El diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Enrique van Rysselberghe, criticó el "frenesí legislativo" que ha demostrado el Congreso Nacional durante las últimas semanas con el despacho de las propuestas que impulsa el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
En esta línea, el parlamentario gremialista aseguró que "se trata de cambios planteados a la rápida sin ningún estudio en profundidad y que no forman parte de un plan de acción coherente y meditado".
"La verdad es que dejan serias dudas acerca de sus resultados y sólo buscan emplear mayorías circunstanciales para hacer cambios que el gobierno presume serán para siempre”, precisó.
Además, Van Rysselberghe manifestó su descontento con la aprobación de las reformas que han sido aprobadas en el parlamento sosteniendo una inconsecuencia con lo despachado.
“En la reforma educacional no deja de llamar la atención que el gobierno proponga cambios en los establecimientos emblemáticos y que el ministro de Educación reconozca que la figura final que regirá en estos colegios no está del todo definida”, apuntó.
Junto con ello, añadió “del mismo modo el gobierno habla del aborto limitado en algunas situaciones mientras el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de la Mujer se reúnen secretamente con técnicos en el área para programar el aborto sin restricciones”.
“El gobierno permite el cultivo de marihuana para usos medicinales, pero lo que de verdad busca es la legalización de esta droga. Se viene hablando desde hace meses de enviar proyecto de ley, pero no lo hacen. El gobierno habla de profundizar la democracia y muestra preocupación sincera por los DD.HH. pero guarda silencio y apoya al gobierno venezolano en su postulación al Consejo de Seguridad de la ONU. El doble discurso es evidente”, enfatizó.
Según el diputado de oposición, “el gobierno sólo quiere hacer cambios porque puede hacerlos, sin poseer estudios o análisis que permitan determinar los efectos de esos cambios ni la forma en que impactarán en el desarrollo del país y la convivencia nacional”, y de mantenerse el "voluntarismo ideológico" del Ejecutivo, Enrique van Rysselberghe concluyó que se generarían "divisiones, malestar y más rechazo de la actividad política".